El pasado sábado el grupo Hamás inició una serie de ataques contra Israel por cielo, mar y tierra. Militantes de Hamás cruzaron el área del desierto próxima a la Franja de Gaza, y abrieron fuego en un festival de música electrónica que allí se celebraba, el saldo fue de más de 260 muertos y múltiples heridos.

Michal Ohana, que estuvo en el festival y logró salir con vida, contó a la cadena CNN la odisea que vivió en medio del caos por el ataque.

Según dijo la joven al referido medio, de un momento a otro comenzaron a escuchar gritos y disparos, seguido de la voz una mujer policía que le pedía a todos salir del lugar.

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“La mujer policía que estaba en el lugar gritó: ‘quienes quieran permanecer vivos tienen que salirse ahora’“, narró la joven, que dijo que tras escuchar esas palabras, comenzó a correr.

Pero en su intento de huida Ohana recibió un disparo en la pierna y vio cómo decenas de personas a su alrededor caían por las balas de Hamás. Pese a la herida, la joven pudo avanzar hasta llegar a una zona donde había un tanque del ejército de Israel, donde se resguardaron varios de los asistentes al festival.

Varias horas después efectivos del ejército los encontraron y asistieron a los heridos.

“Es un milagro porque personas que estaban a mi lado no sobrevivieron”, dijo la joven desde la camilla de un hospital.

Desde el sábado Israel se declaró en estado de guerra. El número de fallecidos en Israel por los ataques sorpresa superó ya los 1,2000 y los heridos superan los 3,000.