Jaresko prevé hambrunas y problemas de suministro por la guerra ucraniana
“Comida, acero y algunos gases que son necesarios para semiconductores de chips para la industria informática, todo esto viene de Ucrania”, detalló.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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La guerra en Ucrania provocada por Rusia afectará en forma de posible hambruna en el norte de África, problemas en la cadena de suministros a Europa y una caída del PIB ucraniano de entre el 30 y el 50 %, asegura en entrevista con Efe Natalie Jaresko, exministra de Finanzas de ese país.
Jaresko, que entre 2014 y 2016 encabezó la reestructuración de la deuda de Ucrania y que hasta hace un mes supervisó la misma tarea en Puerto Rico, alertó que estas repercusiones nefastas se deben a que su país es “un gran exportador de comida, hierro, acero y otros productos”.
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“Unos 400 millones de personas, principalmente en el norte de África y Oriente Medio, son alimentadas por las exportaciones de Ucrania de cereales. Son países muy pobres como Eritrea, Etiopía, Libia, y enfrentan hambrunas si no conseguimos plantar y cosechar nuestros cultivos al final de esta temporada”, subrayó.
Estas hambrunas pueden provocar, según Jaresko, “otra crisis migratoria a Europa”, lo que causaría -advirtió- “un mayor daño” que la actual inflación y los problemas en la cadena de suministros.
Al margen del impacto global, la exministra, que también desempeñó varios cargos en el Departamento de Estado en Washington y que reside todavía en San Juan, dijo que la guerra “está asfixiando” la economía de Ucrania.
Caída del PIB
El Producto Interior Bruto (PIB) de Ucrania en 2022 se estima que caiga hasta un 50 %, precisó sobre las consecuencias de la guerra para su país Jaresko, cuyos padres son ucranianos pero nació en Estados Unidos.
“Cuando empezó la guerra, en 2014, momento en que yo era ministra de Finanzas, la caída del PIB -para ese año fiscal- fue del 10 % y entonces pensamos que era algo horrible, pero ahora estamos ante una cifra de entre el 30 y el 50 %”, subrayó.
El cierre generalizado de la economía es especialmente grave en el sur y el este de Ucrania, donde las tierras agrícolas no pueden cultivarse porque están afectadas por los misiles o han sido minadas.
“Las empresas están operando donde pueden, pero, más o menos, el 40 % de los negocios están cerrados”, indicó.
Los daños son difíciles de cuantificar, pero las autoridades ucranianas han previsto que alcanzan, al menos, los 500.000 millones de dólares, una cifra que en opinión de la exministra podría ser superior.
“Yo estuve después del huracán -de 2017 en Puerto Rico- y los daños fueron de 100,000 millones de dólares y la isla es 166 más pequeña que Ucrania”, comentó sobre la magnitud económica esperada.
En relación con el déficit mensual, recordó que el presidente Volodímir Zelenski señaló una cifra de 5.000 millones de dólares, que es la solicitada al Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
La cadena de suministros “interrumpida”
Jaresko resaltó que, aunque el resultado de la guerra para su país es grave, cuando se mira a la cadena global de suministros se comprueba que “ha sido interrumpida”.
“Comida, acero y algunos gases que son necesarios para semiconductores de chips para la industria informática, todo esto viene de Ucrania”, detalló.
En concreto, en Europa, hizo hincapié en que el sector del automóvil está servido por la manufactura de Ucrania y que, en estos momentos, la cadena de suministros “está muy afectada”.
El principal efecto actualmente en Europa es la inflación, influida por la subida de los precios de la energía y los alimentos, pero Jaresko advirtió que “cuanto más se prolongue -la guerra- peores serán las consecuencias”.
“Respecto a las consecuencias para la economía rusa, ellos piensan que el Producto Interior Bruto caerá entre un 9 y un 10 %, aunque otras estimaciones occidentales señalan que se situará entre el 12 y el 15 % en 2022″, matizó.
Sobre las sanciones que deben imponerse a Moscú, subrayó la prohibición de importar petróleo, mientras que reconoció que para el gas se necesita más tiempo para buscar otros proveedores.
Más sanciones a Moscú
La exministra detalló que “hay un número importante de bancos que todavía no han sido sancionados” y que también “todas las empresas de transporte y de logística” deberían ser castigadas.
“Si es posible deberíamos pedir a otros países que se unan a las sanciones, países de América Latina e India, tenemos que contar con el máximo apoyo del mundo y, si no se unen, debemos pensar en las llamadas sanciones secundarias para que sea complicado para ellos evitar las sanciones”, aseguró.
Mirando al final de la guerra, apostó por continuar con las reformas que ya comenzaron en Ucrania, junto al Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Unión Europea.
Respecto al futuro habló de la necesidad de que Ucrania entre en la UE, aunque -matizó- “siempre hay discusiones sobre cuándo un país está preparado o no para ser miembro de la Unión Europea”.
“Nada es perfecto y tienen que continuar las reformas, pero se está avanzado, de hecho por 2.000 años Ucrania ha formado parte de la familia europea”, apostilló.