La niña afgana de ojos verdes, emblema de los refugiados tras ser inmortalizada hace más de 30 años en la portada de la revista ‘National Geographic’, llegó este jueves evacuada a Roma tras el regreso de los talibanes.

La ciudadana afgana Sharbat Gula acaba de llegar a Roma”, anunció en un comunicado la jefatura de gobierno italiano, tras recordar en el mismo que fue fotografiada a los 12 años, a finales del 1984, en un campo de refugiados en Pakistán, convirtiéndose sin querer en un símbolo mundial del sufrimiento y la inestabilidad política y social de esa región.

Sharbat Gula pidió salir de su país tras la toma del poder por los talibanes en agosto y el gobierno italiano facilitó y organizó su traslado a Italia, como parte del programa para la evacuación de ciudadanos afganos y el plan para su recepción e integración, de acuerdo con lo expresado en el comunicado.

El poder de la fotografía

Una joven Gula sorprendió al mundo con la fuerza de su rostro y la potencia de sus intensos ojos verdes. La pequeña, que ya no es tan pequeña, fue retratada por el fotógrafo Steve McCurry en un campo de Pakistán con el objetivo de ilustrar un reportaje sobre los refugiados afganos en junio de 1985.

El fotógrafo estadounidense Steve McCurry inmortalizó a la afgana en 1984, cuando tenía 12 años. (AP)
El fotógrafo estadounidense Steve McCurry inmortalizó a la afgana en 1984, cuando tenía 12 años. (AP)

Así, enseguida se convirtió en todo un símbolo del drama y de las vicisitudes de los afganos, que por aquel entonces se encontraba en plena guerra por la invasión de la Unión Soviética.

Esta mujer llegó a Pakistán como huérfana, cuatro o cinco años después de la invasión soviética de Afganistán en 1979, junto con los miles de afganos que huían de las zonas de combate en la frontera.

La fotollegó a simbolizar las vicisitudes y los conflictos de esa etapa histórica que atravesaba Afganistán y su pueblo, escribió la oficina de prensa del primer ministro de Italia Mario Draghi.

Un nuevo comienzo

Su imagen volvió a dar la vuelta al mundo cuando el fotógrafo la volvió a buscar en 2002 y comprobó la difícil vida que seguía teniendo, por lo que la propuso de nuevo como protagonista de la portada de la revista ‘National Geographic’.

Gula, analfabeta y madre de cuatro hijos, ignoraba que millones de personas habían visto su foto y que su imagen había desatado una movilización internacional a favor de los refugiados.

Finalmente, en 2016 había sido enviada a Afganistán, país al que no quería regresar, al considerarlo poco seguro. Ahora, es recibida con los brazos abiertos en Italia.