Israel destituye dos oficiales por ataque que mató trabajadores de World Central Kitchen
La muerte fue condenada por los aliados más próximos a Israel y renovó las críticas sobre su conducta en los casi seis meses de guerra con Hamás.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Tel Aviv, Israel. El ejército de Israel anunció el viernes que destituyó a dos oficiales y amonestó a otros tres por su implicación en los ataques con aviones no tripulados que mataron a siete trabajadores humanitarios que participaban en una misión de reparto de alimentos en Gaza, alegando que habían manejado mal la información crítica y que violaron las reglas de combate del ejército.
Las conclusiones de la investigación de un general retirado sobre los asesinatos del lunes suponen una embarazosa admisión por parte de Israel, que se enfrenta a crecientes acusaciones de sus aliados clave, incluyendo Estados Unidos, de no hacer lo suficiente para proteger a los civiles de su guerra contra Hamás en la Franja de Gaza.
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Es posible que los hallazgos renueven el escepticismo sobre la toma de decisiones del ejército israelí. Palestinos, grupos de ayuda y organizaciones de derechos humanos han acusado repetidamente a las fuerzas israelíes de disparar de forma imprudente contra civiles durante todo el conflicto, algo que Israel niega.
“Es una tragedia”, reconoció el vocero del ejército, el contraalmirante Daniel Hagari, ante reporteros. “Es un suceso grave del que somos responsables, que no debería haber ocurrido y que nos aseguraremos de que no vuelva a suceder”.
Ante la creciente presión sobre Israel para que asuma responsabilidades, Hagari y otros funcionarios compartieron el jueves en la noche con reporteros los resultados de una investigación militar inusualmente rápida y detallada.
No estaba claro si los castigos y las disculpas calmarían las quejas internacionales por la muerte de los cooperantes de la ONG World Central Kitchen o si tranquilizarían a los grupos de ayuda internacionales sobre la seguridad de reanudar sus operaciones en Gaza, donde un tercio de la población está al borde de la hambruna.
La organización benéfica calificó la pesquisa y las medidas disciplinarias de “importantes pasos adelante”.
“Sin embargo, queda claro también a partir de su investigación preliminar que las FDI han desplegado una fuerza letal sin tener en cuenta sus propios protocolos, su cadena de mando y sus reglas de combate”, apuntó la ONG en un comunicado. “Sin un cambio sistemático, habrá más errores militares, más disculpas y más familias en duelo”.
Según lo que, de acuerdo con los voceros, son las normas del ejército israelí, los objetivos deben ser identificados visualmente como amenazas por múltiples motivos antes de lanzar un ataque. Pero la investigación determinó que un coronel había autorizado una serie de letales ataques con drones sobre el convoy en base a la observación de un comandante — a partir de imágenes granuladas de cámaras de aviones no tripulados — de que alguien en la caravana iba armado. Esa observación resultó no ser cierta, apuntaron los funcionarios militares.
El ejército indicó que el coronel y el comandante fueron destituidos y que otros tres oficiales fueron amonestados. Los resultados de la investigación fueron entregados al abogado general del ejército, que decidirá si los oficiales o cualquier otra personas implicada en el incidente deben ser castigados o procesados judicialmente.
La muerte de los trabajadores humanitarios fue condenada por los aliados más próximos a Israel y renovó las críticas sobre su conducta en los casi seis meses de guerra con Hamás.
Entre los cooperantes humanitarios muertos había tres ciudadanos británicos, un polaco, una australiana y una persona con doble nacionalidad canadiense y estadounidenses. Todos trabajaban para World Central Kitchen, la organización benéfica internacional fundada por el cocinero español José Andrés. Su conductor palestino también falleció en el ataque.