Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés) informaron en las primeras horas de este domingo que aviones del ejército bombardearon una mezquita de Jenin, en Cisjordania, que, según ellos, servía como “infraestructura terrorista subterránea” tanto para Hamás como para la Jihad Islámica.

Según el medio local Haaretz, la mezquita atacada, denominada Al-Ansar, está situada en el interior del campo de refugiados de la localidad cisjordana, donde, siempre según las autoridades israelíes, había estado operando una célula terrorista de ambos grupos extremistas.

Conforme a lo dicho por las IDF, esta célula había planeado llevar a cabo un ataque “inminente” y había sido responsable de una serie de ataques en los últimos meses.

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Las IDF declararon, asegura Haaretz, que la mezquita había servido como centro de comando y planificación de las operaciones de los terroristas, y recientemente recibió información de inteligencia que indicaba los planes de los terroristas de ejecutar un “ataque significativo”.

El ataque se dio en el marco del conflicto desatado entre Israel y Hamás tras el ataque terrorista perpetrado por el grupo islamista el pasado 7 de octubre contra la totalidad del territorio israelí.

El número de muertos por los ataques israelíes principalmente a la Franja de Gaza (territorio dominado por Hamás desde que desplazaran a sus rivales palestinos de Fatah en 2007) sigue en aumento, según las cifras facilitadas por el ministerio de Sanidad palestino.

Desde el 7 de octubre, al menos 4.469 personas fallecieron en Gaza por los bombardeos israelíes, de los que más del 70 % son menores de edad, mujeres y ancianos; hay, además, 14.000 heridos por los ataques aéreos.