Investigan presuntos comentarios racistas del mayor donante de gobierno conservador británico
Los ataques serían contra Diane Abbott, la primera mujer negra en ocupar un puesto en la Cámara de los Comunes.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Londres. La policía del norte de Inglaterra investiga si el mayor donante del gobierno conservador del Reino Unido cometió un delito al decir, según consta, que una integrante de raza negra del Parlamento le hizo “querer odiar a todas las mujeres negras” y que “le deberían disparar”.
Frank Hester, director ejecutivo de la empresa de software de atención a la salud The Phoenix Partnership, presuntamente hizo esos comentarios en 2019 refiriéndose a Diane Abbott, la primera mujer negra en ocupar un puesto en la Cámara de los Comunes.
La policía de West Yorkshire señaló que sus agentes “trabajaban para establecer los hechos y determinar finalmente si se ha cometido un delito”.
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Hester se disculpó por hacer comentarios “groseros” sobre Abbott, pero dijo no ser racista. En un comunicado de su empresa se indica que sus comentarios no tienen nada que ver con el color de la piel o el género de Abbott.
Abbott cuestionó que Hester se haya disculpado adecuadamente.
“Se disculpó por ser grosero, aunque, de hecho, fue racista, y no se ha disculpado por eso”, dijo Abbott a Channel 4 News. “De hecho, incitó a la violencia. No se ha disculpado por eso”.
El Partido Conservador ha resistido la presión de políticos de oposición para devolver los 10 millones de libras pa ($12.6 millones) que Hester le ha dado al partido.
Los comentarios, que el diario The Guardian reportó el 11 de marzo, enredaron rápidamente a los conservadores en una polémica cuando intentaron criticar tales declaraciones, pero se negaron durante casi 24 horas a etiquetarlas de racistas.
El primer ministro Rishi Sunak calificó inicialmente los comentarios de Hester como “inaceptables”, pero su vocero no los calificó como racistas hasta que la ministra del Gabinete, Kemi Badenoch, que también es negra, mostró su desacuerdo y acusó a Hester de racismo.
“Los presuntos comentarios fueron incorrectos, fueron racistas”, dijo Sunak más tarde a los legisladores. Pero añadió que Hester “se había disculpado correctamente por ellos, y se debe aceptar su remordimiento”.
La empresa de Hester ha recibido más de 400 millones de libras (504 millones de dólares) del Servicio Nacional de Salud y otros organismos gubernamentales desde 2016, según The Guardian.
Abbott, de 70 años, que fue electa a la Cámara de los Comunes en 1987 como representante de un distrito del noreste de Londres, dijo que los comentarios son aterradores, especialmente porque dos legisladores británicos han sido asesinados desde 2016. El gobierno anunció el mes pasado que aumentará la seguridad de los políticos ante las crecientes tensiones por la guerra entre Israel y Hamás.
Abbott actúa como legisladora independiente tras ser expulsada el año pasado del caucus del Partido Laborista por comentarios que insinuaba que los judíos y los irlandeses no experimentan el racismo “toda su vida”.