Inglaterra elimina prueba de COVID-19 para entrar al país
Boris Johnson alivió algunas restricciones, pues consideró que la variante ómicron “está ya ampliamente extendida” entre la población.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Londres. El gobierno británico anunció este miércoles que a partir del viernes las personas que viajen a Inglaterra desde el extranjero no tendrán que hacerse una prueba de antígenos de COVID-19 antes de embarcar ni aislarse a su llegada hasta obtener un resultado negativo en una PCR.
El primer ministro, el conservador Boris Johnson, dijo en la Cámara de los Comunes que las medidas anteriores, más restrictivas, no sirven ya para detener la propagación de la variante ómicron, pues “está ya ampliamente extendida” entre la población británica.
Las nuevas medidas, que habían pedido las empresas de turismo y aerolíneas, conllevan además que los viajeros no tendrán que hacerse una PCR antes del segundo día de llegada al país, sino que será suficiente una prueba de antígenos, y no tendrán que confinarse a no ser que den positivo, en cuyo caso lo confirmarán con una PCR.
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Escocia, Gales e Irlanda del Norte, que tienen sus propias competencias, precisarán en los próximos días sus requisitos.
Johnson confirmó ante el Parlamento que su gobierno no planea introducir más restricciones para contener la pandemia pues, vista “la buena marcha de la vacunación de refuerzo” junto con que “la ómicron es más leve”, es preferible “mantener abierta la sociedad y la economía”.
Permanecerán en Inglaterra hasta el 26 de enero, con una revisión días antes, las actuales exigencias sanitarias: llevar mascarilla en algunos espacios cerrados como supermercados -no en la hostelería- y en los colegios de secundaria, presentar una prueba negativa o un certificado de vacunación en grandes eventos y la recomendación de trabajar desde casa.
Además, el gobierno informó hoy de que, a partir del 11 de enero, las personas sin síntomas que den positivo con una prueba de antígenos no tendrán que confirmar el resultado con una PCR, aunque deberán igualmente guardar cuarentena. Quienes tengan síntomas sí tendrán que obtener la confirmación y también confinarse.
Esto implica que se agiliza el periodo de aislamiento para los asintomáticos, que antes empezaba cuando se confirmaba el resultado por PCR y ahora se iniciará con el primer positivo, lo que permitirá que la gente se reincorpore antes al trabajo o a la escuela.
Al mismo tiempo, se reservan las pruebas, de los que ha habido escasez en los últimos días, para las personas que más los necesitan y los trabajadores de sectores esenciales, como la educación o salud.
Escocia también confirmó este miércoles que aplicará las mismas directrices para los contagios asintomáticos y, como ya se hace en Inglaterra, recortará de diez a siete días el periodo de cuarentena si se obtienen pruebas de antígenos negativas en los dos últimos.