BEIRUT. El grupo militante Hezbollah lanzó más de 50 cohetes el jueves hacia posiciones militares en el norte de Israel, un día después de que efectivos israelíes bombardearon una residencia en el sur del Líbano y mataron a cinco combatientes de alto rango del grupo.

La oleada de cohetes hacia el otro lado de la frontera significó uno de los bombardeos más intensos desde que Hezbollah comenzó a atacar posiciones israelíes en el norte del país al principio de la guerra entre Israel y Hamás.

Hezbollah ha dicho que, al intensificar sus acciones en la frontera entre Israel y Líbano, alivia la presión sobre la Franja de Gaza, en donde la aplastante ofensiva aérea, terrestre y naval israelí ha dejado más de 13,300 palestinos muertos y provocado amplia destrucción en el aislado enclave.

La guerra estalló tras el ataque de Hamás del 7 de octubre en el sur de Israel, que dejó más de 1,200 muertos — en su mayoría civiles — y en el que más de 240 personas fueron secuestradas y trasladadas a Gaza.

El jueves estaba programado que entrara en vigor un acuerdo para una tregua de cuatro días y la liberación de decenas de rehenes a cambio de prisioneros palestinos en Israel, pero más tarde se anunció en Qatar — el principal mediador — que el cese del fuego comenzaría el viernes en la mañana.

En una serie de comunicados dados a conocer el jueves, Hezbollah indicó que, entre los proyectiles que lanzó a Israel, había 48 cohetes Katyusha que iban dirigidos a una base del ejército israelí en Beit Zeiten, ubicada a unos 10 kilómetros (6 millas) al sur de la frontera.

En otro ataque, Hezbollah indicó que sus combatientes vigilaron a cuatro soldados israelíes mientras tomaban sus posiciones dentro de una residencia en el kibbutz Manara, y posteriormente los milicianos lanzaron un misil antitanque con el que destruyeron la casa y mataron a los soldados. Las fuerzas armadas israelíes no comentaron sobre dicho señalamiento.

Tan sólo el jueves, Hezbollah difundió 12 comunicados en los que se atribuyó ataques, lo que significa un récord para un solo día desde que comenzaron los combates el mes pasado. El grupo aseguró que sus soldados también atacaron tanques israelíes.

La intensa ofensiva siguió a un bombardeo israelí sobre una residencia en Beit Yahoun, un poblado del sur de Líbano, en donde murieron los cinco combatientes de alto rango, incluido Abbas Raad, hijo del jefe del bloque parlamentario de Hezbollah en Líbano, Mohamed Raad.

Con eso asciende a cuando menos 83 el número de milicianos de Hezbollah que han perdido la vida durante las siete semanas de combates.

Miles de personas, incluidos altos funcionarios de Hezbollah, asistieron al funeral de Raad en el poblado de Jbaa, en el sur del país. Luego de una ceremonia en la plaza principal el jueves por la tarde, el féretro envuelto en la bandera amarilla del grupo fue llevado hacia el cementerio para ser sepultado.

“Cuando Netanyahu acepta apegarse a una tregua, significa que no es capaz de eliminar a la resistencia”, dijo Hashem Safieddine, un alto funcionario de Hezbollah, durante un discurso en el funeral, refiriéndose al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.