Uno de los hermanos de Fidel Castro recuerda cómo el líder cubano era un niño inquieto a quien le gustaba cabalgar e irse de caza a las montañas cercanas de su pueblo natal de Birán.

A los 87 años, Martín Castro aún vive en el mismo pueblo al este de La Habana, en una casa modesta, junto con sus dos hijos y sus nietos.

Martín dice que no le gusta viajar mucho y por eso veía poco a Fidel, pero está agradecido al ver a los cubanos alrededor de la isla rindiendo homenaje a su hermano.

"Donde quiera ve a la gente llorando, la mitad del pueblo está llorando", dijo a The Associated Press sentado en una mecedora mientras mira el homenaje nacional a su famoso hermano. "El pueblo ha respondido bien".