La frágil tregua entre Israel y Hamás entró en su quinto día el martes con la promesa del grupo insurgente de liberar a más rehenes, mientras crecía la presión sobre Israel para que proteja a los civiles palestinos una vez retome su ofensiva.

El más reciente intercambio de rehenes por prisioneros palestinos retenidos por Israel se puso en marcha el martes por la noche. Israel declaró que 10 de sus ciudadanos y 2 extranjeros habían sido liberados por Hamás y habían entrado en Egipto. A cambio, Israel liberó a 30 prisioneros palestinos.

Se reunieron mediadores en Qatar para tratar de extender la tregua más allá del miércoles, y por primera vez desde el inicio, Israel y Hamás intercambiaron acusaciones de una violación grave con intercambio de fuego entre las tropas y los milicianos en el norte de Gaza.

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Pero no había indicios de que estuviera en peligro la tregua o los canjes previstos de rehenes en Gaza por palestinos presos en Israel.

Israel ha prometido reiteradamente que reanudará la guerra “con toda su fuerza” para destruir a Hamás una vez que quede claro que no hay más rehenes a liberar con base en los términos del acuerdo en vigor.

El gobierno de Joe Biden dijo a Israel que debe evitar un “desplazamiento significativo adicional” de civiles palestinos en el sur de la Franja de Gaza si reanuda la ofensiva y que debe operar con mayor precisión en esa zona que la mostrada en el norte, según funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato en cumplimiento de las normas establecidas por la Casa Blanca.

El director de la CIA, William Burns, y el jefe de la agencia de inteligencia israelí Mossad, David Barnea, se encontraban en Qatar, un mediador crucial con Hamás, para discutir la extensión de la tregua y la liberación de más rehenes, dijo un diplomático que habló bajo la condición de anonimato debido a lo delicado de la situación. Un funcionario estadounidense confirmó que Burns estaba en Qatar. También habló bajo la condición de anonimato porque a los viajes del director no se los revela por razones de seguridad.

Está previsto que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, visite la región esta semana por tercera vez desde el inicio de los combates y que presione para que se amplíe la tregua y se deje libre a más rehenes.

Hamás y otros insurgentes siguen reteniendo a unas 160 personas de las 240 capturadas en su asalto del 7 de octubre sobre el sur de Israel, que provocó la guerra. Esto sería suficiente para ampliar la tregua otras dos semanas más en base al acuerdo negociado por Qatar, Egipto y Estados Unidos, pero se espera que Hamás aumente sus exigencias para la liberación de los soldados cautivos.

Israel ha prometido poner fin a los 16 años de gobierno de Hamás en Gaza y aplastar su capacidad militar. Para ello sería necesario ampliar su ofensiva terrestre desde el norte de Gaza —donde zonas residenciales enteras han quedado reducidas a escombros— hasta el sur, donde se encuentra la mayor parte de los 2,3 millones de habitantes del territorio. No está claro a dónde irán si Israel amplía su ofensiva por tierra, ya que Egipto se ha negado a recibir refugiados e Israel ha sellado la frontera.

LIBERACIÓN DE REHENES Y PRISIONEROS

Los rehenes liberados el martes —nueve mujeres y un adolescente de 17 años— fueron trasladados en avión a hospitales de Israel, donde se reunirán con sus familias, informó el ejército israelí.

La liberación del martes elevó a 60 el número de israelíes liberados en virtud del acuerdo entre Israel y Hamás. Otros 21 rehenes de varias nacionalidades han sido liberados en negociaciones separadas desde que comenzó la tregua.

Hasta el momento, 180 palestinos han sido liberados de las cárceles israelíes.

Los prisioneros palestinos liberados hasta ahora han sido en su mayoría adolescentes acusados de lanzar piedras y bombas incendiarias en enfrentamientos con las fuerzas israelíes. Algunos fueron condenados por tribunales israelíes por tratar de llevar a cabo ataques mortales. Los prisioneros son ampliamente considerados por los palestinos como héroes que resisten a la ocupación.

Los rehenes liberados se han quedado casi totalmente alejados de la atención pública, pero han empezado a difundirse detalles de su cautiverio.

En la que fue una de las primeras entrevistas con un rehén liberado, Ruti Munder, de 78 años, dijo al Canal 13 de la televisión israelí que al principio de su cautiverio comía bien pero que sus condiciones empeoraron cuando el desabastecimiento empezó a imponerse. Dijo que la mantuvieron en una habitación “asfixiante” y que durmió por casi 50 días en sillas de plástico tapándose con una sabana.

Israel impuso un asedio a Gaza al comienzo de la guerra y sólo permitió que alimentos, agua, medicinas y combustible entraran a cuentagotas antes del alto el fuego, lo que provocó una escasez generalizada y un apagón en todo el territorio.

El intercambio de disparos del martes entre tropas israelíes y combatientes de Hamás en el norte de Gaza puso de manifiesto la fragilidad de la tregua, ya que los bandos enfrentados mantienen sus posiciones muy cerca unos de otros. Cada bando acusó al otro de ser el culpable del estallido, pero no hubo más noticias de violencia.