Hallan perro con vida entre escombros del mortal derrumbe en Noruega
“Es una alegría para nosotros y nos da motivación para seguir trabajando duro”, dijo un rescatista.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Copenhagen. Un perro pequeño fue encontrado con vida entre los escombros de un mortal alud de tierra que arrasó varias casas en un pueblo noruego, lo que generó esperanzas entre los rescatistas que todavía están buscando a tres personas desaparecidas. Otras siete murieron.
El perro fue encontrado el lunes por la noche “en buenas condiciones” en una zona donde los rescatistas habían estado trabajando, dijo el portavoz de la policía Ivar Myrboe.
“Es una alegría para nosotros y nos da motivación para seguir trabajando duro”, dijo el rescatista Goeran Syversen.
Pero poco antes del mediodía del martes, otro deslizamiento menor obligó a los rescatistas a desalojar el sitio en el pueblo de Ask, a 25 kilómetros (16 millas) al noreste de Oslo. Nadie resultó herido, precisó la policía.
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El rescatista Kenneth Wangen dijo que el nuevo deslizamiento “no fue drástico”, y agregó que fueron advertidos por drones y otros rescatistas. Estaban a la espera de una evaluación de los geólogos antes de continuar su búsqueda.
Equipos de búsqueda con ayuda de perros han estado trabajando entre los escombros a temperaturas bajo cero mientras helicópteros y drones con cámaras de detección de calor volaban sobre la ladera devastada.
La aldea de 5,000 habitantes fue golpeada el 30 de diciembre por el peor deslizamiento de tierra en la historia moderna de Noruega, que destruyó al menos nueve edificios con más de 30 apartamentos. Al menos 1,000 personas fueron evacuadas. Algunos edificios cuelgan ahora al borde de un barranco profundo, que creció hasta tener 700 metros (2,300 pies) de largo y 300 metros (1,000 pies) de ancho.
Aún se desconoce la causa exacta del alud, pero el área tiene mucha arcilla que puede cambiar rápidamente de forma sólida a líquida. Los expertos dijeron que ese tipo de arcilla, junto con una lluvia excesiva y un clima invernal húmedo, pueden haber contribuido al deslizamiento.
En 2005, las autoridades noruegas advirtieron a la gente que no construyera edificios residenciales en el área, diciendo que era “una zona de alto riesgo” de aludes de tierra, pero al final se construyeron viviendas allí a finales de la década.