Santa Cruz de Tenerife, España. Las autoridades judiciales españolas confirmaron que un cadáver hallado el lunes en Tenerife, en el archipiélago atlántico de Canarias, es del joven británico Jay Slater, desaparecido en la isla desde hace un mes, y que su muerte se debió a un politraumatismo compatible con una caída en una zona rocosa.

La identificación fue posible gracias al análisis de las huellas dactilares.

Horas antes de la confirmación, se había informado de que la documentación recuperada al lado del cuerpo localizado correspondía a Slater, algo que dejaba “muy pocas dudas” sobre su identidad.

El joven, de 19 años, había viajado a Tenerife con unos amigos para asistir a un concierto, pero desde el 17 junio, cuando se puso en contacto con una amiga, se desconocía su paradero y se le buscaba en una zona rocosa, llena de desniveles y con multitud de barrancos, senderos y caminos al oeste de la lista, donde su teléfono dio su última conexión.

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El pasado 30 de junio, la Guardia Civil española comunicó que daba por finalizado el dispositivo de búsqueda del joven, pero dejaba abiertas todas las líneas de investigación relacionadas con el caso.

Un día antes, se había organizado un operativo para intentar localizarle tras un rastreo infructuoso en el que participaron agentes, helicópteros, drones y perros especializados desplazados desde Madrid.

Según el relato de una de las amigas del joven, durante la estancia en Tenerife Slater conoció a dos personas con las que se fue al parecer al área en la que se ha encontrado el cuerpo.

El día de su desaparición recibió una llamada suya, en la que le decía que estaba perdido, tenía sed y apenas le quedaba un 1% de batería en el teléfono.