SANTIAGO. La fiscalía chilena confirmó el viernes haber encontrado el cadáver del ex militar venezolano disidente Ronald Ojeda, secuestrado hace diez días en su domicilio por cuatro personas que simularon ser de la policía de Chile en un caso que conmocionó al país.

El momento aproximado de la muerte ocurrió hace aproximadamente “7, 10 días, por lo tanto es coincidente además con la fecha en que se produjo el secuestro”, confirmó a la prensa el fiscal a cargo del caso, Héctor Barros.

El gobierno chileno atendió el caso con gran urgencia por la forma profesional en que se llevó a cabo el secuestro el 21 de febrero en la madrugada, supuestamente ejecutado por venezolanos ataviados con uniformes de la policía de investigaciones, en un operativo que fue impecablemente grabado por las cámaras de seguridad y sobre el que pesaba una investigación secreta.

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La fiscalía también confirmó el viernes la detención de una persona por los hechos, un venezolano de 17 años que se encuentra en Chile en situación irregular, y la existencia de otras órdenes de detención pendientes de ejecutar respecto a participantes en los hechos, según la investigación.

Desde el mediodía del viernes agentes de la policía de investigaciones y los Equipos de Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) de la fiscalía se desplazaron a una barriada de Santiago donde hay viviendas informales, con el fin de ejecutar una orden de levantar una losa de cemento, bajo la cual hallaron el cadáver en una maleta.

“Esta es una investigación compleja, vinculada al crimen organizado”, afirmó Barros.

Luego del secuestro, la prensa chilena insinuó que se trataría de un exmilitar acogido en Chile como refugiado, un dato que no fue confirmado ni desmentido por el gobierno por la naturaleza delicada de este estatus migratorio.

El caso causó gran conmoción en un país poco acostumbrado a delitos como los secuestros, e incluso generó solicitud de protección por parte de otros venezolanos refugiados, según confirmó el gobierno en días posteriores a la desaparición de Ojeda.

Una de las hipótesis que se barajaban era que Ojeda —por el que nunca se exigió el pago de un rescate a su familia— hubiera sido llevado de regreso a Venezuela.