Muy seguramente, todas las personas a lo largo de la vida se han enfrentado a una infección. Este padecimiento médico debilita el sistema inmunológico y provoca ciertas sintomatologías asociadas a la parte del cuerpo donde se presente.

“Las enfermedades infecciosas son trastornos causados por organismos, como bacterias, virus, hongos o parásitos”, explicó la Clínica Mayo, asegurando que, generalmente, estas se alojan en el cuerpo humano por hasta dos semanas, siempre y cuando se trate adecuadamente.

Son muchas las infecciones que pueden entrar al cuerpo humano. Si son tratadas adecuadamente, pueden desaparecer en un par de días. Sin embargo, si no se realiza el tratamiento adecuado para combatir estas patologías pueden alojarse en el organismo por meses e incluso años.

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Recientemente, un grupo de especialistas italianos descubrieron la que sería la infección más larga registrada en Europa. Todo ocurrió cuando un hombre de origen camerunés acudió al hospital de Camposampiero, en la provincia italiana de Padua.

Según referencian los medios internacionales, el señor les explicó a los especialistas que lo atendieron que “tenía algo en el ojo”. Los médicos encargados de la atención indicaron que el hombre presentaba un enrojecimiento inusual, que generalmente correspondería a hiperemia conjuntival, pero sus síntomas iban más allá.

El hombre se quejaba de un intenso picor en sus ojos y cuerpo, desgarro e hinchazón en los tobillos y muñecas. Los médicos tenían claro que se trataba de una infección y se propusieron en encontrar un tratamiento.

Tras una serie de arduos exámenes, descubrieron que no se enfrentaban a un cuadro de conjuntivitis normal y tuvieron que investigar a fondo, pero finalmente encontraron la causa: “un gusano loa loa”.

Las referencias médicas recopiladas en Los Manuales Merck indicaron que los gusanos loa loa son un parásito endémico de las selvas tropicales de África Occidental y Central y podría ser una infección ocular común para una persona procedente de Camerún.

Aun así, lo que más llamó la atención entre los médicos es que el hombre a quien le encontraron este parásito aseguró no haber visitado su país de origen en nueve años.

Los Manuales Merck, además, apuntaron que, en temas médicos, este parásito es de forma redonda y alargada, puede migrar dentro del cuerpo humano y generar síntomas de infección en la piel y los ojos. De hecho, los seres humanos son el único “reservorio natural de este parásito”.

Los médicos descubrieron que, aunque el hombre llevaba casi una década sin estar en territorio africano, el diagnóstico fue claro, pues tras una serie de pruebas médicas especializadas descubrieron la presencia del parásito en el cuerpo del sujeto.

Para tratar la infección, el hombre fue sometido a una cirugía en la que el gusano fue localizado y extraído de manera exitosa. Durante el procedimiento, el parásito fue primero “dormido” y luego capturado para su eliminación. Esta intervención quirúrgica proporcionó un alivio inmediato al paciente, eliminando la fuente de sus síntomas.