Fue a comprar un auto, parió a su bebé en el baño del concesionario y lo abandonó en un cajón
Afortunadamente, los empleados del local se dieron cuenta y pudieron salvar al recién nacido.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Una joven de 20 años, que había ido a comprar un auto con allegados a una concesionaria en la ciudad chaqueña de Resistencia, Argentina, parió en el baño del comercio y quiso irse del lugar sin el bebe, al que abandonó en un cajón. Fueron los empleados del lugar quienes se dieron cuenta y alcanzaron a retener a la mujer y a su familia hasta la llegada de la Policía. El menor debió ser internado en un hospital pediátrico para su control.
Los hechos ocurrieron el miércoles en la tarde, cuando la mujer, su padre (de 58 años) y una tía, todos oriundos de Santa Fe, se acercaron hasta una concesionaria ubicada en la avenida 25 de mayo al 2200, en la capital chaqueña, con intenciones de adquirir un vehículo. El propietario del local le contó al medio local Diario Chaco que, tras analizar varios rodados, la familia se decidió por uno de ellos y abonó la totalidad del costo. Hasta ahí, y con todos los papeles en regla, la situación transcurría con normalidad.
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En un momento, la joven pidió permiso para pasar al baño. Fue entonces que entró en trabajo de parto y dio a luz a un bebé. Antes de salir, la mujer dejó abandonado al niño dentro de un cajón. Inmediatamente, la parturienta salió con el objetivo de retirarse del lugar en el nuevo rodado junto a sus allegados.
Fueron los trabajadores de la concesionaria los que percibieron ruidos extraños que provenían del baño y notaron la demora de la joven. Entonces, dieron aviso a la Policía e insistieron para que la joven y su familia no se fueran. Cuando llegó la policía, los efectivos pensaron primero que el recién nacido había fallecido, pero el comisario Mauro Cáceres le practicó maniobras de RCP y logró reanimarlo.
“Cuando llegué, tomé al niño entre mis manos con una toalla azul y lo trasladamos urgente al hospital Pediátrico”, dijo el efectivo a los medios locales presentes. “Se trata de una situación humanitaria, ver a ese bebé recién nacido levantar la mano, se notaba que tenía ganas de vivir”, detalló el comisario Cáceres.
Los médicos constataron que el menor pesaba 820 gramos por lo que decidieron internarlo en la unidad de neonatología para recibir atención especializada y realizarle más estudios. A su vez, la joven sufrió una descompensación luego del parto y una vez revisada en el Servicio de Ginecología quedó bajo observación. La titular de la fiscalía de turno N.º 3, Rosada Soto, decidió dejar en libertad a la mujer en tanto ahora busca determinar por qué intentó deshacerse de su hijo y qué rol tuvo su padre en la decisión tomada.