Francisco no es sólo el primer pontífice latinoamericano de la historia, sino también una persona que rompe una larga tradición de nombres papales.

Cuenta el imaginario católico que Dios se apareció a San Francisco para pedirle que reconstruyera la Iglesia de sus cenizas.

El cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, ahora papa Francisco, podría querer marcar ese nuevo comienzo, según algunos analistas.

"San Francisco fue un renovador, que arrastraba gente con ejemplo y no sólo con palabras", dijo Ralf van Bühren, profesor de historia del arte y arquitectura de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma.

Francisco, quien en principio no llevará incorporado el número romano I (primero), remite directamente al santo italiano natural de la localidad de Asís fundador de los franciscanos en el siglo XIII.

"La orden franciscana tenía la pobreza como punto de partida", señaló Van Bühren.

"Era un hombre de predicar con el ejemplo y de mucha caridad, tal y como ha mostrado el papa Francisco pidiendo a la gente su bendición", añadió.

Poco después de salir al balcón de la basílica de San Pedro, Francisco pidió a las decenas de miles de fieles congregados que rezasen por él y en un gesto sin precedentes se agachó en señal de sumisión hacia la gente.

Al mismo tiempo, San Francisco es el patrón de Italia, lo que lo relaciona con el país que fue cuna de todos los papas en los últimos siglos hasta 1978, cuando fueron elegidos sucesivamente un papa polaco, Juan Pablo II, y uno alemán, Benedicto XVI.

"Al no ser italiano da una señal al elegir el nombre del patrón de Italia. Es una manera de que lo tomen como suyo", comentó Van Bühren.

Por otro lado, el nuevo pontífice es jesuita y uno de los mayores referentes de la Compañía de Jesús en el siglo XVI fue el español San Francisco Javier.

Miembro precursor de los jesuitas junto a San Ignacio de Loyola fue uno de los misioneros más importantes de su tiempo. Viajó a la India y Japón y, dicen, murió cuando divisaba las costas de China.

"Los jesuitas trajeron una renovación increíble a la Iglesia. Para ellos la vida de la Iglesia era a través de la catequesis, la enseñanza universitaria, escolar y una piedad increíble", comentó Van Bühren.

Jesuitas y franciscanos fueron dos de las órdenes más importantes en la evangelización del nuevo continente tras la conquista de los españoles y 500 años después América Latina es en el continente con más católicos del mundo: 501 millones de personas, el 42% del total, según estadísticas de la Santa Sede.

La Iglesia Católica eligió como nuevo papa al argentino Jorge Mario Bergoglio, quien adoptó el nombre de Francisco I.
Los 115 cardenales votaron por segundo día de cónclave en sesión matutina y la fumata negra anunció que no hay acuerdo.