LA PAZ, Bolivia. El expresidente de Bolivia, Evo Morales, no se presentó a declarar a la fiscalía el jueves dentro de una investigación por estupro, trata y tráfico de personas, que involucraría a una menor de edad con la que Morales habría mantenido una relación, mientras el Ministerio Público informó que alista una nueva orden de aprehensión contra el exmandatario.

El exmandatario, hoy de 64 años, dijo que se trata de un caso armado y calificó al hecho como una “persecución política” por parte del gobierno del presidente Luis Arce, su exaliado, y ahora, acérrimo rival político.

Arce y Morales se enfrentan políticamente tras una división en el partido de gobierno de cara a las elecciones generales del 2025. El exgobernante debería asistir a declarar a la fiscalía de la región sureña de Tarija la tarde del jueves, sin embargo no llegó.

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“El expresidente vive a más de 980 kilómetros de distancia. Él no puede estar en una cuestión de desventaja”, dijo Jorge Pérez, abogado del exmandatario, a los medios bolivianos mientras presentaba las excusas del caso en la región sureña de Tarija. Poco antes su colega Nelson Cox, también abogado de Morales, dijo que “no había garantías”.

La Fiscal de la región sureña de Tarija, Sandra Gutiérrez, explicó a los medios que esperó por media hora la llegada de Morales y a otros dos acusados pero que no se presentaron. La fiscal dijo también que recibió los documentos en los que la defensa de Morales explica por qué el ex mandatario no se presentó.

Gutiérrez aseguró que se respetaron todos los derechos y que la orden de detención que se va a emitir será para que Morales se presente a dar “declaración informativa”.

“Sea Evo Morales, sea Juan Pérez... nosotros ya estamos trabajando lo que corresponda a ley que es la orden aprehensión”, agregó.

Marco Antonio Baldivieso, un exmagistrado del Tribunal Constitucional, aseguró que Morales, en calidad de ciudadano que enfrenta una denuncia, debe presentar una justificación válida por su inasistencia a declarar, caso contrario se podría emitir una orden de aprehensión para obligarlo a asistir.

Según imágenes en la página web de la radio Kausachum Coca, Morales estuvo en un acto público en su reducto cocalero en Villa Tunari, al centro del país. Allí recibió apoyo de sus partidarios, quienes amenazaron con bloquear las carretas hacia el centro del país y rutas importantes que conectan al oriente con el occidente si se emite una orden de aprehensión contra el expresidente.

“En este momento estamos resguardando a nuestro comandante, Evo Morales, su domicilio y en todo el todo el Trópico (en Cochabamba)”, dijo Vicente Choque, un dirigente partidario de Morales.

El caso tomó revuelo y se tornó polémico después que Gutiérrez denunció que fue destituida por investigar al expresidente, aunque días después fue restituida y una primera orden de aprehensión quedó sin efecto tras una acción de libertad, presentada por la defensa de Morales.

La investigación se da por hechos ocurridos en 2016, cuando Evo Morales habría tenido una hija con una menor de edad —de 15 años en esa época—, mientras él ostentaba el cargo de presidente. Los padres de la adolescente habrían consentido la relación a cambio de prebendas, según las investigaciones preliminares de la fiscalía.

La denuncia se reactivó tras cuatro años sin que la investigación avance, supuestamente debido a la injerencia del poder político en la justicia, de acuerdo con señalamientos de organizaciones civiles y de opositores.

Organismos como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han cuestionado en varios informes la falta de independencia de la justicia boliviana.

“Evo Morales se cree intocable, que está por encima de cualquier investigación, y además atrincherado en un lugar sin Dios, ni ley … en su feudo”, dijo el diputado Alejandro Reyes.

El caso ha profundizado la disputa entre Morales y Arce por el control del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) y la candidatura presidencial para las elecciones de 2025.

Según analistas, si el caso de trata de menores prospera podría poner fin a la carrera pública de Morales, quien saltó a la política en los años noventa como líder de los cocaleros para convertirse en el primer presidente indígena de Bolivia.

Además de esa investigación, a inicios de semana, en Cochabamba, se realizaron otras dos denuncias por violación contra Morales, según informó la directora de Género de la alcaldía de esa ciudad, Tatiana Herrera, aunque sobre esas no se ha difundido más información.