El presidente de Finlandia, Sauli Niinistö, y la primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson, pidieron este miércoles desde Washington a Turquía que no vete su entrada a la OTAN, un proceso que Ankara ve con suspicacias, en medio de la inquietud de estos países escandinavos por la invasión rusa de Ucrania.

“Estamos abiertos a abordar todas las preocupaciones que Turquía pueda tener con respecto a nuestra membresía (en la OTAN)”, expresó Niinistö en una comparecencia conjunta en la Casa Blanca junto al presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

“Esperamos un rápido proceso de ratificación por parte de los miembros de la OTAN y estamos dialogando con todos ellos, incluida Turquía”, dijo Andersson.