Estocolmo. El coronavirus trajo un año de temores y ansiedades, soledad y encierro, enfermedad y muerte, pero un reporte anual de felicidad en el mundo dado a conocer hoy indica que la pandemia no ha aplastado el espíritu de la gente.

Los editores del 2021 World Happiness Report concluyeron que aunque las emociones cambiaron con la pandemia, la satisfacción a largo plazo con la vida fue menos afectada.

“Lo que hemos visto es que cuando las personas tienen una perspectiva más amplia, han mostrado mucha resiliencia en este último año”, dijo el economista de la Universidad de Columbia Jeffrey Sachs, uno de los coautores del reporte, desde Nueva York.

El índice anual, producido por la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible de la ONU, clasifica a 149 países sobre la base de producto interno bruto per cápita, expectativas de vida sana y las opiniones de los residentes. Los sondeos piden a los entrevistados que indiquen en una escala de 1-10 cuánto apoyo social sienten que tienen si algo anda mal, su libertad para tomar decisiones sobre sus propias vidas, su sentido de cuán corrupta es su sociedad y lo generosos que son.

Debido a la pandemia, los sondeos fueron realizados en poco menos de 100 países para el Reporte Mundial de Felicidad de este año, noveno compilado desde que comenzó el proyecto. Las clasificaciones para otras naciones se basaron en estimados a partir de datos previos.

Los resultados de ambos métodos dieron a los países europeos nueve de los 10 primeros puestos en la lista de los lugares más felices del mundo, con Nueva Zelanda completando el grupo. Los 10 primeros países son Finlandia, Dinamarca, Suiza, Islandia, Holanda, Noruega, Suecia, Luxemburgo, Nueva Zelanda y Austria.

Fue el cuarto año consecutivo que Finlandia encabeza la lista. Estados Unidos, que fue 13ro hace cinco años, cayó del 18vo al 19no. En una lista acortada que incluye solamente los países encuestados, Estados Unidos fue 14to.

“Vemos año tras año que la satisfacción con la vida es reportada como la más feliz en las socialdemocracias del norte de Europa”, dijo Sachs. “La gente se siente segura en esos países, así que la confianza es alta. El gobierno es considerado creíble y honesto y la confianza mutua es elevada”.

El éxito comparativo de Finlandia en el control del coronavirus pudiera haber contribuido a la persistente confianza de la población en el gobierno. El país tomo medidas rápidas y extensas para frenar la diseminación del virus y tiene una de las tasas de mortalidad por COVID-19 más bajas en Europa.