SEÚL, Corea del Sur.  El mandatario de Corea del Norte, Kim Jong Un, prometió el miércoles que su país “demostrará su fortaleza a Estados Unidos” y nunca negociará sus programas armamentísticos, tras asistir al lanzamiento de prueba de su primer misil intercontinental. 

Su firme postura sugiere que el país podría estar preparando más ensayos, en los esfuerzos norcoreanos para perfeccionar un misil nuclear capaz de atacar en cualquier lugar de Estados Unidos. 

El lanzamiento el martes del misil intercontinental, confirmado más tarde por autoridades estadounidenses y surcoreanas, es un hito en la campaña de Pyongyang por desarrollar misiles nucleares de largo alcance. 

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El consiguiente revuelo sólo parecía haber avivado la retórica de los medios oficiales norcoreanos, que dijeron que Kim había sonreído al decir a sus científicos que “envíen con frecuencia ‘paquetes de regalo’ grandes y pequeños a los yanquis”, en una aparente referencia a más pruebas.