Famoso youtuber pasa de dar charlas motivacionales a estar condenado a 50 años de cárcel
Había alcanzado la fama gracias a sus consejos de vida y miles de suscriptores.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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¿Hasta dónde puede llegar la codicia del ser humano? La fama y el dinero son tal vez una de las cosas más deseadas por muchas personas en el planeta tierra, o por lo menos así podría haberlo pensado Germán Abraham Loera Acosta, un joven mexicano que siempre quiso ir más allá. Ser reconocidos y poder vivir de ello parece algo cada vez más fácil en una época colmada de influenciadores, tiktokers y youtubers, quienes muchas veces se mantienen solamente de la creación de contenidos en Internet.
Sin embargo, esto no siempre es tan rentable o da los ingresos esperados. Es por ese motivo que estos creadores de contenido buscan otras alternativas que les permitan tener una mejor calidad de vida. No obstante, esto no significa que siempre lo hagan de la mejor manera. Seguir el camino equivocado no es tan difícil y eso parece ser lo que le pasó a Loera, quien había alcanzado la fama gracias a sus consejos de motivación personal.
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Con frases como “las ideas innovadoras son lo que rompen lo establecido” o “así es como puedes mejorar tu vida”, este joven buscó motivar a sus seguidores a tomar nuevos retos y cambiar su estilo de vida. Consejo que, por supuesto, él también debía seguir. Así fue como un día cualquiera, en el año 2018, decidió perseguir sus sueños y volverse millonario a punta de bitcoins. Pero claro, esto podría parecer muy difícil y complicado, así que optó por secuestrar a una mujer mexicana y pedir a cambio una cantidad importante de dinero. Esta es la historia de un youtuber motivacional, quien terminó siendo la cabeza de un grupo delincuencial en México.
El coach motivacional más joven del Internet
En 2018, Germán Loera se describió en sus redes sociales como un escritor, empresario tecnológico y director del emprendimiento InnLab México, una empresa “innovadora y generadora de grandes proyectos artísticos y comerciales”, según su cuenta oficial de Twitter. Con sus videos de YouTube y contenidos de Twitter e Instagram, poco a poco este joven entusiasta fue adquiriendo bastante popularidad en su país.
Tanto así que, en el 2017, fue uno de los invitados a participar en el Congreso Mundial de Líderes Jóvenes por la Paz, con el fin de brindar una charla motivacional orientada al cambio y el clima laboral dentro de las empresas. No obstante, para ese momento su cantidad de seguidores seguía siendo baja a pesar de sus logros y palabras. Pero esto cambió radicalmente, cuando en el 2018 se conoció el crimen que cometió y por el cual, había pedido criptomonedas.
Actualmente, su canal de YouTube cuenta con más de 5 mil seguidores y sus videos tienen más de 100 mil vistas, a pesar de que no tiene ningún video reciente. De hecho, el último data del 5 de julio del 2017 y trata sobre la conferencia que dio en Ecatepec, México.
El secuestro de Thania Denisse Medina
En la tarde del 28 de febrero de 2018, la abogada Thania Denisse Medina decidió salir a caminar, antes de tomar un transporte hacia su casa. Su trabajo se encontraba cerca al cruce entre la calle Segunda y Mariano Irigoyen en la ciudad de Chihuahua, México. Fue entonces cuando dos hombres altos, morenos y con barba se acercaron a ella, interceptándola y llevándola a la fuerza en una camioneta que, posteriormente, se encaminó hacia una casa ubicada en la calle Dolores de Aldaco, lugar que estaba a tan solo 10 minutos de distancia en vehículo.
La víctima, de 33 años, estuvo allí durante dos días, rodeada por seis secuestradores, entre ellos Germán Loera, quien era el cabecilla de la banda y había planeado paso a paso el secuestro y rescate de la mujer.
La idea era solicitar a la familia un monto de dinero en bitcoins, la cual es una moneda virtual que sirve para adquirir productos y servicios como cualquier otra. Sin embargo, su característica principal es que no cuenta con un ente de control que sea responsable de su emisión y registro de sus movimientos. Por eso mismo era perfecta en un caso como estos, ya que se supone que las autoridades no podrían saber quién la había recibido. O por lo menos eso era lo que pensaba el conferencista de 23 años.
Bitcoins: un rescate millonario
Según el informe presentado por la Fiscalía General del Estado (FGE), el joven habría pedido un rescate de dos millones de pesos mexicanos en bitcoins. Esto teniendo en cuenta que, según la plataforma Bitso, para el día del secuestro una sola de estas monedas llegó a tener un valor de hasta 50 millones de pesos colombianos.
Vale resaltar que para poder obtenerlos es necesario adquirir un monedero electrónico, el cual tiene una clave pública y otra privada. De hecho, según la página oficial de bitcoin, también es necesario utilizar un dispositivo móvil o computador que le permita entrar a las aplicaciones destinadas para las operaciones.
Este fue probablemente el talón de Aquiles de los secuestradores, ya que al final, para utilizar estas plataformas, sí o sí requieren Internet. " “En el tema de los bitcoins, aún y cuando es un instrumento novedoso, porque también es rastreable a final de cuentas”, dijo al medio mexicano Televisa el jefe de la FGE, César Peniche.
Adicionalmente, especificó que precisamente el uso de redes sociales y de Internet, logró trazar la ruta hacia los secuestradores, razón por la cual la Policía Cibernética fue la responsable de encontrar a la banda. Fue así como el 2 de marzo de ese año, la víctima fue rescatada por la Policía Antisecuestros de Chihuahua y Germán Abraham Loera Acosta, Jassiel Omar Molina Ceballos, Jesús Adrián Mendoza Pérez, Edgar René Subías Rubalcaba, Jesús Arnulfo Ochoa Martínez y Juan Alfonso Puerta Holguín fueron capturados por las mismas autoridades.
El resultado de la ambición: 50 años de prisión
Después de la captura de la banda, un juez del estado mexicano les dictó un año de prisión preventiva mientras se recolectaban las pruebas necesarias y se coordinaba el juicio. Por otro lado, las autoridades también declararon que se trataba de un caso fuera de lo común, ya que el adolescente no contaba con antecedentes.
“Siempre resulta sorprendente que una persona con ese perfil pueda encaminar sus actividades, su quehacer diario y que hubiese ideado la comisión de este delito”, explicó Peniche al medio mexicano Imagen. Un año después, fue sentenciado junto a sus compañeros a una pena de 50 años de prisión.