Miami. El ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez, quien salió del poder a comienzos de los años 90 en medio de un escándalo de corrupción, falleció hoy por la tarde en un hospital del sur de la Florida a consecuencia de un paro respiratorio, confirmó una de sus hijas.

Pérez, de 88 años, murió a las 2:41 de la tarde, expresó María Francia Pérez, la hija del ex mandatario.

"Fue un paro respiratorio; él se levantó muy bien en la mañana, estaba muy elocuente, contento, pero de repente se le comenzó a ir el aire", añadió María Francia, de 30 años, en una entrevista telefónica con The Associated Press.

Relató que, cuando los familiares notaron el problema de asfixia, llevaron al ex mandatario a un hospital, donde falleció.

En un comunicado, la familia Pérez expresó su "profundo dolor" por el deceso.

Cecilia Victoria Pérez, otra de las hijas de Pérez, manifestó que su padre será velado en el sur de la Florida y sus restos permanecerán aquí mientras no haya un cambio de gobierno en Venezuela.

"Todo va a ser en Miami", informó a la AP Cecilia Victoria, de 29 años. "Su deseo era regresar a Venezuela, pero eso no será hasta que por lo menos cambie el mandato".

La hija del ex mandatario confió en que su padre "regresará con todos los honores y el reconocimiento que se merece" a su país, una vez que el actual mandatario Hugo Chávez salga del poder.

Señaló también que su madre, Cecilia Matos, permanecerá en Miami.

María Francia reveló que, la víspera, la familia del ex presidente había festejado la Nochebuena. La hija del ex presidente había llegado desde Francia a Miami para festejar con sus padres, lo mismo que su hermana, Cecilia Victoria, quien viajó desde Atlanta, donde vive.

En la cena estaba también la esposa del ex gobernante.

"Celebramos la Navidad y él estuvo muy contento anoche", dijo María Francia Pérez. "Todo sucedió muy repentinamente".

Cecilia Victoria recordó que después de la cena "pasamos muchas horas conversando, recordando historias de cuando éramos chiquitas".

En la mañana de hoy, dijo, su padre estaba con "muy buen ánimo, recordando su historia".

En un momento, incluso, Pérez le manifestó a sus hijas que quería pasear, según relató Cecilia Victoria. Explicó que poco después comenzó a tener dificultades para respirar y fue trasladado en ambulancia a un hospital del sur de la Florida cuyo nombre no quiso revelar la familia.

"Con aciertos y con errores, tuvo siempre por norte un gran profundo afecto por Venezuela y una capacidad de trabajo que no le daba tregua a circunstancias subalternas", dijo el ex ministro y abogado venezolano, Asdrúbal Aguiar, al canal local de noticias Globovisión.

"Hoy muere en el exilio Carlos Andrés Pérez", acotó Aguiar.

El alcalde opositor metropolitano, Antonio Ledezma, pidió el sábado a quienes adversan a Pérez que respeten su figura y reconozcan lo que hizo por la democracia en Venezuela y el resto de América Latina.

"Fue un hombre que luchó por las libertades de este país", destacó Ledezma, y anunció que trabajarán en los actos de reconocimiento póstumos "para los que hizo mérito".

El primer gobierno de Pérez coincidió con la época del incremento de los precios del petróleo. Soñaba con hacer de Venezuela la potencia económica del continente.

En su segundo gobierno, ese sueño quedó hecho trizas, y Pérez, consciente o no de ello, escribió las páginas más turbulentas de la historia moderna venezolana.

Nació el 27 octubre de 1922 en la población suroccidental de Rubio, estado Táchira, hijo de agricultores y el penúltimo de 12 hermanos. Comenzó su carrera política en 1941 en el Partido Acción Democrática.

En su primera campaña electoral se presentó como un líder enérgico y robusto, cuya popularidad se disparó con el impulso de una bonanza basada en el petróleo.

Su segundo período presidencial debía concluir en 1994, pero la Corte Suprema de Justicia decidió en mayo de 1993 investigarlo por indicios de malversar $17.2 millones de dólares de fondos públicos reservados a gastos secretos de seguridad y defensa nacional. Se convirtió en el único mandatario venezolano depuesto por mecanismos constitucionales.

"Hubiera preferido otra muerte", dijo en su último discurso como presidente.

Durante su segundo mandato fue un hombre acorralado. Enfrentó una ola de protestas y disturbios, así como dos intentos de golpe: el 4 de febrero y el 27 de noviembre de 1992. El líder de las asonadas era un teniente coronel entonces totalmente desconocido: Hugo Chávez.

Pérez debía enfrentar una crisis generada en su primer mandato, cuando el rico Estado financiaba todos los gastos, era el actor principal de la economía y subsidiaba casi todos los servicios públicos. Aplicó severas medidas económicas e imploró a la población que entendiera la necesidad de hacer sacrificios.

Pero los venezolanos, la mayoría de los cuales ya vivían dificultades económicas, se rebelaron violentamente contra las medidas, entre ellas una serie de alzas en los precios de la gasolina, y las manifestaciones callejeras desembocaron en una ola de sangrientos disturbios y saqueos que costaron la vida a unas 300 personas.

Pérez suspendió las garantías constitucionales, impuso un toque de queda y sacó al ejército a las calles.

Pero no dio marcha atrás al programa económico convenido con el Fondo Monetario Internacional, que implicaba el corte de subsidios, la privatización de empresas y la creación de nuevos impuestos.

La población estaba resentida y la popularidad del mandatario descendió a niveles ínfimos. Lo veían como un líder corrupto, un hombre multimillonario aficionado a los viajes y trajes elegantes, insensible a las penurias de los pobres, y de moral dudosa pues mantenía una amante: Cecilia Matos, una ex secretaria con quien tuvo dos hijas.

Una denuncia periodística formulada por el después vicepresidente del gobierno de Chávez, José Vicente Rangel, desembocó en 1993 en que la Corte Suprema declarara que había méritos para investigarlo por indicios de malversación y peculado con fondos públicos reservados a gastos secretos de seguridad y defensa nacional.

Parte de ese dinero fue usado para financiar la seguridad primera de la candidata y después presidenta nicaragüense Violeta Chamorro, en momentos que se temía que un magnicidio en ese país centroamericano volvería a sumirle en la violencia.

Pérez se autoproclamó líder de las democracias de América Latina. Ayudó a promover financiera y políticamente las negociaciones de los acuerdos de paz en Centroamérica en la década de 1980 y envió un avión de la fuerza aérea venezolana a rescatar al derrocado presidente haitiano Jean Bertrand Aristide en 1991.

Fue sentenciado en 1994 por malversación y cumplió 28 meses de arresto domiciliario. Fue dejado en libertad en septiembre de 1996, pero fue arrestado nuevamente en 1998 por otros cargos. Siempre sostuvo que las acusaciones no eran más que maniobras de sus adversarios políticos.

Sin embargo, su carrera política llegó a su fin poco después, tras sufrir una inesperada derrota en la elección para la Asamblea Constituyente en julio de 1999.

Pérez, desde el 2000 residió entre República Dominicana y Estados Unidos con Matos, pero el presidente Chávez lo acusó de estar tramando un plan desde territorio dominicano. Tanto él como el gobierno dominicano rechazaron las acusaciones, pero aun así el mandatario venezolano suspendió el envío de petróleo a esa nación caribeña.

Poco después, Pérez dejó esa isla y se radicó definitivamente en Estados Unidos.

En el 2003, sufrió un ataque neuro-cardiovascular después del cual rara vez se involucró en la política venezolana. Sus apariciones publicas desde entonces también fueron esporádicas.

En marzo del 2008, Pérez volvió a las páginas de los periódicos luego que sus partidarios anunciaron que el ex gobernate aspiraba regresar a Venezuela para "vivir sus últimos días".

El pedido se produjo un año después que la Fiscalía desempolvó un proceso judicial para procesarlo por las atrocidades cometidas por los cuerpos de seguridad durante los disturbios de 1989.

Los miembros de su partido entonces iniciaron los trámites ante las autoridades gubernamentales para que le permitiesen "vivir sus últimos días en el país".

El estado de salud del ex gobernante es "extremadamente delicado", señaló entonces Henry Ramos Allup, secretario general de Acción Democrática (AD) de cuyas filas emergieron los líderes que gobernaron 24 años de los primeros 35 años de democracia, instaurada en 1958-- gestiona ante las autoridades venezolanas "conocer el estatus jurídico" del ex presidente.

El Ministerio Público solicitó a comienzos del 2005 a una corte local la emisión de una orden de captura contra Pérez por cargos de supuesto enriquecimiento ilícito y el año pasado anunció que preparaba un proyecto de solicitud de extradición.

El ex mandatario fue acusado por la Fiscalía en el 2007 por su presunta "responsabilidad" por las muertes ocurridas durante los disturbios de 1989. La Fiscalía mantiene abiertos 340 expedientes sobre las víctimas de esos sucesos.

Pérez y miembros del alto mando militar de entonces han dicho que ellos sólo restablecieron el orden en medio de una situación caótica y peligrosa. Sin embargo, los activistas sostienen que la policía y el ejército dispararon indiscriminadamente en las barriadas pobres de Caracas y muchas de las víctimas murieron dentro de sus casas, después que los disturbios habían terminado.

En años recientes cambió el curso de las investigaciones, estancadas por más de una década, al parecer por instrucciones del presidente Chávez, quien en reiteradas ocasiones ha descrito el "Caracazo" como una matanza.

Chávez considera esa represión de las protestas como uno de las motivos de su rebelión contra Pérez.