El expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) pidió este domingo al Gobierno de Luis Arce que rompa las relaciones diplomáticas con Ecuador por el asalto perpetrado por su Policía a la Embajada de México en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas.

“Mi pedido con mucho respeto al Gobierno nacional, que rompa las relaciones diplomáticas con Ecuador hasta que se respete el derecho internacional”, dijo Morales en un programa dominical en la radio cocalera Kawsachun Coca.

El también líder del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) reiteró su repudio a lo ocurrido en Quito y consideró que “no solamente es un atentado al derecho internacional”, sino que “es como declarar la guerra a México”.

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Morales reconoció que “hasta” el Gobierno transitorio de Jeanine Áñez (2019-2020) “respetó la Embajada de México” en La Paz, donde varias exautoridades bolivianas se asilaron en medio de la crisis postelectoral de 2019.

Evo Morales dimitió el 10 de noviembre de 2019 y partió a México un día después asegurando ser víctima de un “golpe de Estado”, mientras que sus detractores sostienen que su renuncia fue consecuencia de las denuncias de un fraude electoral a su favor en los comicios generales que fueron anulados después.

Varios de sus exministros, incluido el actual presidente del país, Luis Arce, obtuvieron asilo en México y pudieron dejar el país entonces con salvoconductos, mientras que otros exfuncionarios permanecieron durante un año en la residencia mexicana en La Paz, hasta la celebración de nuevas elecciones generales que ganó el MAS.

El exgobernante boliviano sostuvo que “la embajada es territorio de México” e insistió en que “esa intervención es una declaración de guerra” al país norteamericano.

A su juicio, las visitas de la jefa del Comando Sur estadounidense, Laura Richardson, a países de la región como Perú, Ecuador y Argentina hicieron que “estos Gobiernos de la derecha se envalentonen hasta el extremo de la intervención de una embajada”.

Para Morales, los países que “respetan la diplomacia mundial” y los convenios internacionales “deberían romper relaciones con Ecuador y sentar bases para que no haya ningún país más que esté interviniendo por intereses políticos a embajadas”.

El asalto a la Embajada de México en Quito ocurrió el viernes con el fin de detener al exvicepresidente Jorge Glas, procesado por presunta malversación de fondos en el denominado caso ‘Reconstrucción’ de la provincia de Manabí, tras un terremoto en 2016.

Glas ingresó en la Embajada en diciembre pasado y poco después pidió un asilo que le fue concedido el mismo día de la irrupción policial.

México rompió de inmediato las relaciones diplomáticas con Ecuador, y Nicaragua hizo lo mismo este sábado.

El asalto a la Embajada mexicana desató una condena casi generalizada desde organismos como Naciones Unidas, la Unión Europea, o la Organización de Estados Americanos (OEA), además del Departamento de Estado de Estados Unidos.

También condenaron el hecho los Gobiernos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.