Europa se está abriendo a estadounidenses y a viajeros de otros países tras más de un año de restricciones a causa del COVID-19, con la esperanza de atraer de nuevo a los turistas — y sus dólares — a las trattorias, paisajes y tesoros culturales del continente. Pero tendrán que tener paciencia para descubrir quién puede entrar en qué país, cómo y cuándo.

A medida que las puertas de la Unión Europea se vuelven a abrir una a una al mundo exterior por primera vez desde marzo de 2020, los turistas descubrirán un mosaico de sistemas en lugar de una zona única de ocio sin fronteras ya que los gobiernos de los estados miembro se han resistido a ceder el control de sus fronteras durante la pandemia. Y Gran Bretaña sigue su propio rumbo tras el Brexit.

Pero el ambiente acogedor no es siempre recíproco: las fronteras de Estados Unidos, por ejemplo, siguen en su mayoría cerradas a extranjeros.

A continuación, un vistazo a las normas de entrada actuales a algunos de los destinos turísticos más populares de Europa. Una advertencia: aunque estas son las normas dictadas por los gobiernos, los viajeros pueden encontrarse con contratiempos cuando las aerolíneas y empresas ferroviarias traten de comprenderlas.

FRANCIA

Si está vacunado, sea bienvenido a Francia. Pero solo si recibió una de las cuatro vacunas aprobadas por la UE — Pfizer-BioNTech, AstraZeneca-Universidad de Oxford, Moderna o Johnson & Johnson. Esto les vale a los estadounidenses, siempre y cuando puedan presentar una prueba oficial que acredite que están inmunizados, pero no para otras partes del mundo, como China y Rusia, donde se administan otros fármacos.

Las fronteras de Francia reabrieron oficialmente el miércoles. Los visitantes vacunados, tanto de fuera de Europa como de un puñado de países “verdes”, deberán presentar aún una prueba PCR negativa realizada no más de 72 horas antes, o un test de antígenos negativos de no más de 48. Los menores no inmunizados podrán entrar con adultos que si lo estén, pero los de más de 11 años tendrán que tener una prueba negativa.

El país prohíbe la entrada de turistas de 16 países que están luchando contra grandes brotes y variantes preocupantes, incluidos en una lista roja donde están India, Sudáfrica y Brasil.

Las personas no vacunadas de países de la “lista naranja”, como Estados Unidos y Gran Bretaña, no pueden viajar por turismo y solo pueden entrar por razones específicas e imperativas.

ITALIA

Los estadounidenses, el segundo mayor grupo de turistas extranjeros que recibe el país, pueden viajar desde mediados de mayo. Pero deben hacer una cuarentena de 10 días a su llegada a menos que formen parte de uno de los llamados “vuelos antiCOVID”. En ellos, los pasajeros pasan una prueba antes y después de volar y deben rellenar documentos sobre su paradero para facilitar el rastreo si fuese necesario.

Estos vuelos procedentes de Estados Unidos comenzaron en diciembre, y en mayo se ampliaron a Canadá, Japón y Emiratos Árabes Unidos.

Italia también empezó a recibir turistas británicos e israelíes el mes pasado, que ya no necesitan una razón “esencial” para entrar y no deben confinarse siempre que presenten una prueba negativa de COVID-19 realizada hasta 48 horas antes de su llegada.

Esta norma se aplica a también a viajeros de países comunitarios y a los de los vuelos donde se realizan pruebas de detección del virus.

GRECIA

Grecia, cuya economía tiene una fuerte dependencia del turismo, empezó a recibir estadounidenses en abril y permite ya entradas desde China, Gran Bretaña y otras 20 naciones más para viajes no esenciales.

Todos deben mostrar un certificado de vacunación o una PCR negativa y cubrir un formulario de localización detallando sus planes en Grecia. Esta directiva expira el 14 de junio, pero podría prorrogarse.

Atenas lleva tiempo presionando para que la UE adopte un enfoque común, pero no esperó a que se materializase. Desde el 1 de junio, Grecia, Alemania y otros cinco socios comunitarios utilizan un certificado COVID para viajeros, semanas antes del programa que comenzará el 1 de julio en las 27 naciones miembro.

ESPAÑA

España inició su campaña de turismo estival el lunes recibiendo a visitantes vacunados de Estados Unidos y de gran parte del mundo, además de a europeos que puedan demostrar que no están contagiados.

Los estadounidenses y la mayoría de los no europeos necesitan un certificado oficial de vacunación emitido por una autoridad sanitaria, y en inglés. España acepta a los inoculados con las cuatro vacunas aprobadas por la UE, además de con las dos chinas autorizadas por la Organización Mundial de la Salud, siempre y cuando completasen la vacunación al menos dos semanas antes de viajar.

Las llegadas desde Brasil, Sudáfrica e India están suspendidas de momento por la alta tasa de contagios allí, y los estadounidenses no vacunados y muchos otros no comunitarios no podrán pasar aún sus vacaciones en España.

Pero hay excepciones para países considerados de bajo riesgo, como Gran Bretaña, cuyos residentes no necesitan ya ningún documento sanitario. Los ciudadanos comunitarios tienen que presentar una prueba de vacunación, un certificado que demuestre que superaron recientemente el COVID-19, o una prueba de antígenos o PCR negativa efectuada menos de 48 horas antes de llegar al país.

GRAN BRETAÑA

En la actualidad hay muy pocos turistas estadounidense en Gran Bretaña, si es que hay alguno. Londres implantó un sistema de colores, como los de un semáforo de tránsito, que evalúa el riesgo por países, y Estados Unidos está, como en muchas otras naciones europeas, en la lista “ámbar”, lo que supone que todos los que lleguen procedentes de allí deben aislarse en su casa o en el lugar donde se alojen por 10 días.

Las aerolíneas británicas y estadounidenses y los operadores de aeropuertos están presionando para abrir un corredor que permita reanudar el turismo, y se espera que el primer ministro, Boris Johnson, aborde el tema en su reunión con Joe Biden en la cumbre del G7 de esta semana en Inglaterra.

Por otra parte, cualquiera que viaje entre Gran Bretaña y la Europa continental debe saber que además de los requisitos de aislamiento para quienes salgan o entren de suelo británico, la creciente preocupación sobre la variante delta del virus ha llevado a muchas otras naciones a imponer restricciones especiales para ellos.

UNIÓN EUROPEA

El bloque no tiene una política fronteriza o de turismo unificada frente al COVID, pero lleva meses trabajando en un certificado de viaje digital conjunto para los vacunados, quienes hayan pasado una prueba de detección reciente o hayan superado la enfermedad hace poco. Los eurodiputados aprobaron la iniciativa el miércoles.

Este certificado gratuito, que contendrá un código QR con funciones de seguridad avanzadas, permitirá los desplazamientos entre las naciones del bloque sin necesidad de pasar cuarentenas o pruebas adicionales de coronavirus al llegar.

Varios países de la UE han empezado ya a utilizar el sistema, incluyendo España, Alemania, Grecia, Bulgaria, Croacia, República Checa, Dinamarca y Polonia. El resto se espera que comiencen a aplicarlo el 1 de julio.

Está destinado principalmente a ciudadanos europeos, pero los estadounidenses y de otros lugares podrán obtenerlo si pueden convencer a las autoridades de la nación a la que lleguen que cumplen los requisitos. La ausencia de un sistema oficial de certificación de la vacunación en Estados Unidos pueden complicar la tarea.