Estados Unidos condenó este viernes la concesión de asilo político por parte de Nicaragua al expresidente panameño Ricardo Martinelli (2009-2014), condenado por blanqueo de capitales.

El encargado del Departamento de Estado para América Latina, Brian Nichols, dijo en redes sociales que esta es otra medida del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, para “socavar el Estado de derecho y subvertir la justicia”.

“Los funcionarios gubernamentales que traicionan la confianza pública deben rendir cuentas”, reivindicó.

Martinelli, candidato a la reelección en los comicios de mayo próximo y condenado a más de 10 años de prisión por blanqueo, se encuentra en la embajada de Nicaragua en Panamá tras recibir asilo.

La Cancillería panameña informó el miércoles que “ha puesto en conocimiento de las autoridades competentes” la petición de Nicaragua para otorgar un salvoconducto con el fin de que Martinelli llegue a ese país.

El Tribunal Electoral de Panamá está además pendiente de recibir una copia de la sentencia contra Martinelli para proceder a su inhabilitación para la presidencia, como lo establece la Constitución.

Martinelli, un magnate de 71 años, argumenta que pidió asilo a Nicaragua porque es un “perseguido político” y porque el actual Gobierno panameño lo quiere “matar” en la cárcel, extremos que ha negado el presidente Laurentino Cortizo.