Estados Unidos anunció hoy que va a buscar la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos (UNHRC, siglas en inglés) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en respuesta a las atrocidades cometidas en la localidad de Bucha, lo que Moscú insistió en tildar como un “montaje”.

Las duras imágenes de cadáveres esparcidos por calles de esta ciudad cercana a Kiev marcaron este lunes las discusiones en la ONU, donde Rusia trató sin éxito de convocar una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad para abordar lo que llamó “atroces provocaciones de los radicales ucranianos en Bucha”.

El encuentro finalmente tendrá lugar mañana martes en el marco de una reunión sobre Ucrania ya prevista de antemano y a la que se han añadido la petición rusa y también otra de Ucrania para hablar sobre Bucha, lo que ha enfadado enormemente a los representantes del Kremlin.

Por lo pronto, el primer gran movimiento desatado en Naciones Unidas por la supuesta matanza es el anuncio de Washington de que tratará de suspender la participación de Rusia en el Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra; la embajadora británica ante la ONU, Barbara Woodward, anunció que apoyaría ese movimiento tendente -dijo- a “suspender el derecho a voto de Rusia en el UNHCR”.

Consejo de derechos humanos

“En estrecha coordinación con Ucrania y otros Estados miembros y socios en la ONU, Estados Unidos va a buscar la suspensión de Rusia”, adelantó la embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, a través de sus redes sociales.

La diplomática, que se encuentra en Rumanía como parte de una gira para abordar la situación de los refugiados ucranianos, sostuvo que no se puede permitir que un país que está “subvirtiendo todos los principios” básicos de la ONU pueda seguir participando en el órgano encargado de la protección de los derechos humanos.

Para suspender la participación de un país en el UNHCR es necesario el voto favorable de dos tercios de los países que se pronuncien (a favor o en contra, sin contar las abstenciones) en la Asamblea General, donde se sientan los 193 Estados miembros de Naciones Unidas.

Desde que empezó la guerra en Ucrania, la Asamblea ha aprobado ya dos resoluciones críticas con Rusia, que recibieron al menos 140 votos favorables, lo que hace pensar a Washington y sus aliados que cuentan con el apoyo necesario para dar este nuevo paso.

“Mi mensaje para esos 140 países: las imágenes de Bucha y la devastación en toda Ucrania requieren que ahora igualemos nuestras palabras con acciones”, señaló la embajadora estadounidense.

En 2011, la Asamblea General ya expulsó del UNHCR a la Libia de Muamar el Gadafi en respuesta a su represión de las protestas populares en el país, pero fuentes de la ONU han advertido de que la suspensión de un miembro permanente del Consejo de Seguridad como Rusia puede crear un precedente muy distinto.

Rusia denuncia un montaje

Como ya había hecho desde Moscú, el Gobierno ruso denunció en Naciones Unidas que las imágenes llegadas de Bucha no son más que un “montaje” de Kiev y sus aliados PARA acusar a las tropas rusas de cometer atrocidades.

En una conferencia de prensa, el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, aseguró que su país dispone de información que así lo demuestra y que prevé compartir con el Consejo de Seguridad en las próximas horas.

Nebenzia dijo que mientras que Rusia tuvo el control de Bucha no hubo ningún tipo de ataques contra civiles y que esos cuerpos sólo aparecieron una vez que las fuerzas ucranianas llegaron a la localidad.

Según insistió, todo se trata de una operación de propaganda para justificar un posible “genocidio” por parte de las autoridades ucranianas.

“Ahora los nacionalistas tienen el pretexto para cometer una nueva masacre de ucranianos inocentes, ejecutándolos como traidores”, advirtió.

Choque Moscú-Londres

La delegación rusa, además, arremetió con fuerza contra el Reino Unido, que este mes preside el Consejo de Seguridad, por su negativa a organizar hoy una reunión de emergencia sobre Bucha.

Para los representantes de Moscú ese rechazo es algo “increíble” y “sin precedentes” y responde a un intento de “diluir” el debate solicitado por Moscú en otra reunión más amplia.

La embajadora británica, Barbara Woodward, defendió que su país sí ha dado respuesta a la petición de Rusia y que ésta se refleja en la reunión que se celebrará el martes.

En esa reunión se esperan varios informes por parte de la ONU, incluido del secretario general, António Guterres, lo que para Woodward permitirá tener una discusión con más información disponible.

“La situación en Bucha estará en el centro de la reunión mañana”, insistió Woodward, que se refirió a las supuestas atrocidades como posibles crímenes de guerra y genocidio.