Barcelona. Por segundo día consecutivo, una enorme nube de polvo que llegó a Europa desde el desierto del Sahara dificultó la respiración en grandes zonas de España y obligó a las cuadrillas municipales de Francia y Portugal a trabajar horas extra para retirar la capa de mugre de autos y edificios.

La gran masa de polvo, llamada calima en España, “ha degradado la calidad del aire en grandes partes de España, Portugal y Francia”, dijo el Servicio de Vigilancia Atmosférica Copérnico de la Unión Europea, que rastrea la nube.

Vista desde el parlamento bávaro en Munich, Alemania, el 15 de marzo de 2022.
Vista desde el parlamento bávaro en Munich, Alemania, el 15 de marzo de 2022. (The Associated Press)

Aunque la calima afectó sobre todo a España, el polvo llegó mucho más allá y dejó manchas color ocre en autos en París. Mezclado con lluvia, el polvo dejó una capa sobre los edificios en Lisboa.

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El servicio meteorológico español dijo que las partículas podrían llegar hasta Holanda en el norte y Alemania en el noroeste.

La zona de España en que la calidad del aire es “extremadamente mala” según el índice nacional se extendió desde el inicio del evento el martes hasta incluir las regiones sur y central, que incluyen Madrid y Sevilla, entre otras ciudades grandes.

Vista desde la parte superior de la catedral de Estrasburgo en el este de Francia el 15 de marzo de 2022.
Vista desde la parte superior de la catedral de Estrasburgo en el este de Francia el 15 de marzo de 2022. (The Associated Press)

Las autoridades recomendaron el uso de mascarillas -las mismas que se usan durante la pandemia- y evitar los ejercicios al aire libre, sobre todo por personas que padecen males respiratorios.

El cielo sobre Madrid conservaba un color gris sucio y la visibilidad estaba reducida en una gran parte del país. Las cuadrillas municipales barrían la arena de las calles. Fotos curiosas del polvo aparecían en las redes sociales, como las imágenes de nueve teñida de rojo en unas montañas cerca de Madrid.

En el sur de España, el polvo se mezcló con lluvia para convertirse en lodo.