El submarino HMS Trooper, que desapareció en 1943 durante una misión secreta durante la Segunda Guerra Mundial con 64 tripulantes a bordo, finalmente fue hallado. Sus restos se encontraban a una profundidad de 253 metros frente a las costas de Grecia.

El descubrimiento fue posible gracias a la empresa Planet Blue, especializada en investigaciones en aguas profundas.

Con una longitud de 83 metros, el submarino fue encontrado partido en tres pedazos, lo que sorprendió a los buzos. Esta condición refuerza la teoría de que el hundimiento fue violento, probablemente causado por una mina alemana.

El HMS Trooper fue desplegado en octubre de 1943 para patrullar entre los islotes Donoussa e Ikaria, con la misión de vigilar los movimientos nazis en la región. La inteligencia británica sospechaba un posible desembarco en la isla de Leros. La nave fue declarada desaparecida tras no responder a las señales el 17 de octubre de 1943.

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Imágenes obtenidas durante la investigación sugieren que el submarino HMS Trooper habría entrado en un campo minado armado por el dragaminas alemán Drache, el cual contenía alrededor de 350 kilogramos de explosivos.

Aunque la búsqueda de los restos del Trooper comenzó en el año 2000, no fue hasta la decimoquinta expedición que se logró localizar en el mar Egeo.

El hallazgo se hizo posible gracias al uso de la tecnología de sonar de doble transmisión CHIRP, que permitió identificar el naufragio. Posteriormente, un vehículo submarino operado a distancia confirmó la ubicación exacta. Las imágenes capturadas mostraron la torreta del submarino separada del casco principal, con su escotilla parcialmente abierta. El hallazgo se hizo posible gracias al uso de la tecnología de sonar de doble transmisión CHIRP, que permitió identificar el naufragio. Posteriormente, un vehículo submarino operado a distancia confirmó la ubicación exacta. Las imágenes capturadas mostraron la torreta del submarino separada del casco principal, con su escotilla parcialmente abierta.

El hallazgo se hizo posible gracias al uso de la tecnología de sonar de doble transmisión CHIRP, que permitió identificar el naufragio. Posteriormente, un vehículo submarino operado a distancia confirmó la ubicación exacta. Las imágenes capturadas mostraron la torreta del submarino separada del casco principal, con su escotilla parcialmente abierta.

Entre las imágenes más impactantes, se pueden ver a muchos tripulantes despidiéndose de sus seres queridos, un recuerdo profundamente emotivo que resonó entre los usuarios de las redes.

Este hallazgo cierra décadas de dolorosa incertidumbre y ofrece a las familias un cierre, similar al alivio que expresó el hijo del comandante del submarino, Richard Wraith, al conocer finalmente el destino de la tripulación.