En países bálticos celebran noches de San Juan con hogueras, cerveza y sexo
Estonia, Letonia y Lituania recuperaron la tradición que, durante parte de la época soviética, fue prohibida.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Riga. El día de San Juan y su víspera son celebrados en los países bálticos con una mezcla de tradición, hogueras, cerveza y rituales eróticos y de fertilidad.
La gente abarrota las playas con la intención de absorber la mayor cantidad de sol posible en Estonia, Letonia y Lituania, donde el 23 y 24 de junio son denominados los “días de San Juan”.
Los eventos se han comercializado y los mercadillos y centros comerciales promocionan y venden cerveza y queso, así como guirlandas de flores y coronas de hojas de roble para quienes no tienen tiempo o recursos para elaborarlos ellos mismos, como se hacía antaño.
En Letonia la festividad del verano se denomina Jāņi, el plural del nombre propio Jānis, una versión que procede de la traducción del cristiano San Juan.
El folclorista jubilado y exprofesor de letón en la Universidad de Bonn Austris Grasis escribe: “las hogueras de verano están en toda Europa, se prenden en honor de san Juan, pero solo los letones crearon a su Jānis y se aferran a sus tradiciones”.
“Así que en contra de lo que quería la iglesia, que era aportar su contenido al antiguo culto al sol y la fertilidad, los testarudos letones aportaron el suyo al San Juan impuesto por la iglesia y, al final, tenemos aquí al portador del brillante sol Jānis, que no tiene nada que ver con el asceta jordano” (San Juan Bautista), asegura Grasis.
Ese nombre procedente del San Juan también sirve para denominar a las festividades de Estonia, donde a la fiesta local se le llama Jaanipäev, y que en Lituania se conoce como Joninės, aunque allí también se le pone el nombre de Festival del Rocío (Rasos).
Es común en los tres países los cantos corales y la celebración con parriladas de carne y un queso especial -que en Letonia se elabora días antes con semillas de comino- así como las hogueras y caminatas a la granja del vecino para organizar una especie de duelos de canciones entre hombres y mujeres o los visitantes que llegan.
Algunos rituales son comunes a pesar de sus diferentes idiomas (el letón y el lituano están emparentados pero el estonio pertenece a otro grupo lingüístico). La radiotelevisión lituana describe uno de ellos: “las mujeres solteras usan hechizos para predecir cuándo se casarán. Elaboran guirlandas de flores y hierbas y las tiran a un árbol” de modo que el número de intentos hasta que logran engancharlas significa los años que les quedan hasta el matrimonio.
El calendario estonio también indica que “la manera más popular de predecir el futuro... es poner una corona de flores bajo la almohada o bajo la cabeza” esperando tener sueños proféticos.
En los tres países uno de los elementos comunes es la búsqueda de la “flor del helecho”, que aparece solo en la víspera del día más largo del año y trae riqueza y buena suerte a quien la encuentre. Para las parejas se aconseja que la busquen juntos.
Para que no queden dudas de las connotaciones eróticas, una canción tradicional letona celebra “el filo de la hierba Jānis, a veces rígida y derecha, a veces blanda”.
Las celebraciones han cambiado con los siglos. La fiesta se prohibió durante parte de la época soviética y en Letonia se celebró con quema de neumáticos y enfrentamientos con mucho alcohol contra la policía. Tras la independencia en Letonia se organizaban grandes conciertos que causaban enormes embotellamientos, práctica que ha decaído.
En Estonia hay fiestas locales de menor escala con hogueras organizadoas por las parroquias, según cuenta a EFE Olga Ivaškevitš, documentalista del Archivo Popular de Estonia en Tartu. Saltar sobre las hogueras es una tradición letona y lo mejor es hacerlo de la mano de la pareja, anque ha habido campañas de publicidad advirtiendo contra cumplir con esta costumbre después de haber consumido alcohol: “lleva a tu amigo a la cama, no le entierres”, es su lema