Londres. La policía británica buscaba el jueves por todo el país y puso en alerta a puertos y aeropuertos para dar con un exsoldado que escapó de una prisión en Londres cuando estaba a la espera de juicio por cargos de terrorismo.

Políticos de la oposición exigieron saber cómo logró Daniel Abed Khalife escapar del penal de seguridad intermedia de Wandsworth y por qué no se le retenía en un centro de máxima seguridad.

Khalife, de 21 años, está acusado de colocar bombas falsas en una base militar y violar la Ley británica de Secretos Oficiales al reunir información “que podría ser útil para un enemigo”.

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Fue expulsado del ejército británico tras su detención este año y ha negado las acusaciones. Su juicio estaba programado para noviembre.

La policía dijo que Khalife vestía con un uniforme de cocina de camiseta blanca y pantalones de cuadros rojos cuando huyó de la sobrepoblada prisión victoriana en el sur de Londres.

Políticos de oposición vincularon la fuga con los años de austeridad impuesta por el Partido Conservador, que gobierna el país desde 2010. Muchas prisiones británicas, incluida Wandsworth, superan su capacidad y están cortas de personal.

La ministra del gobierno Michelle Donelan intentó asegurar a los británicos que las fugas eran “extremadamente raras”.

“Esto no es una epidemia ni nada de esa naturaleza. Esto es un incidente aislado”, dijo a la televisora ITV.

Sin embargo, el experto en justicia penal Ian Acheson, exjefe de seguridad en la Prisión de Wandsworth, dijo que la huida de Khalife era “en el mejor de los casos” un “fallo catastrófico del sistema”.

“Es increíblemente bochornoso para el servicio de prisiones, pero no es del todo sorprendente dado lo que sabemos sobre lo que ocurre en Wandsworth en este momento”, dijo a la BBC. El penal, añadió, “está en caída libre, como muchas de nuestras principales prisiones”.