Ciudad del Vaticano.- La máxima autoridad en bioética del Vaticano calificó de "reprobable" el suicidio asistido de una estadounidense que sufría cáncer terminal de cerebro y que había dicho que quería morir con dignidad.

Monseñor Ignacio Carrasco de Paula, director de la Academia Pontificia para la Vida, declaró a una agencia de noticias italiana que "dignidad es algo más que poner fin a la propia vida".

La estadounidense Brittany Maynard murió el sábado en Oregon después de exponer públicamente las razones de su decisión con el propósito de impulsar este tipo de situaciones en la agenda política.

Su fallecimiento reencendió la controversia sobre el suicidio asistido para quienes sufren una enfermedad terminal.

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Maynard se mudó de California a Oregon para aprovechar la ley local y poner fin a su vida en sus propios términos.

Carrasco de Paula dijo que "el acto de Brittany Maynard es en sí reprobable, pero desconocemos lo que haya pasado en la conciencia".

Aclaró que él no juzgaba a las personas "pero el acto en sí debe ser censurado".

Un miembro de la directiva del grupo Compassion & Choices (Compasión y decisión), con sede en Oregon, el reverendo y doctor Ignacio Costuera, afirmó que Maynard no era católica y que sería equivocado imponer un conjunto de creencias religiosas a quienes no las comparten.