El príncipe Enrique no podrá desempeñar de manera temporal un cargo real dentro de la monarquía británica para ayudar a su padre, el rey Carlos III, mientras éste recibe tratamiento por el cáncer que padece, debido a los términos acordados cuando abandonó oficialmente sus funciones en 2020.

Así lo indica hoy el ‘Telegraph’, que alude a una información que divulgó ayer ‘The Times’, que aseguraba que el duque de Sussex está dispuesto a desempeñar de nuevo funciones reales durante un tiempo para ayudar al soberano mientras éste se encuentra indispuesto.

En concreto, ‘The Times’ indicaba que Enrique y su padre habían mantenido un “cálido intercambio” de mensajes desde que se hizo público el diagnóstico del rey y el duque -quinto en la línea sucesoria al trono británico y consejero de Estado-, les habría dicho a sus amigos que volvería a ocupar un cargo real dentro de la monarquía temporalmente para apoyar al soberano.

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No obstante, el ‘Telegraph’ cita hoy una fuente que recuerda que los términos que Enrique aceptó en 2020 cuando, junto con su esposa, Meghan, se apartó oficialmente de sus funciones como miembro activo de la institución, “continúan en vigor”.

“Esos términos eran bastante claros, y la enfermedad del rey -de 75 años- no los ha alterado”, aclara.

Otra fuente incluida por el periódico señala que en palacio, y según el acuerdo consensuado en su día por la fallecida Isabel II, el rey Carlos III y el príncipe de Gales (Guillermo, heredero al trono) para la salida de Enrique de la institución, “se continúa pensando” que un “modelo híbrido” para un miembro de la realeza no sería apropiado.

La información que publicó ‘The Times’ citando una fuente real señalaba que Carlos III se muestra partidario de una reconciliación con su hijo mejor, con quien ha mantenido una relación distante en los últimos años, y cree que hacerlo beneficiará a la monarquía.

“En todos los niveles prácticos, tiene todo el sentido que la familia se una para apoyar al rey mientras está enfermo”, indicó.

En una reciente entrevista concedida por el duque a un programa de televisión estadounidense, éste sugirió que la enfermedad de su padre podría llevar a una reconciliación.

El hijo menor del rey voló a Londres el pasado día 6 sin su esposa, Meghan, ni sus dos hijos, Archie, de 4 años, y Lilibet, de 2, para visitar a su padre, con quien se reunió durante menos de una hora en la residencia de Clarence House antes de que el rey partiera a su residencia campestre de Sandringham (este de Inglaterra).

Durante ese breve viaje, el duque no se reunió con su hermano mayor, Guillermo, príncipe de Gales, y heredero al trono, con quien apenas mantiene relación en la actualidad.