El papa Francisco pidió este jueves a los sacerdotes hispanos que se encuentran en Estados Unidos que “no dejen abandonados a los que sufren” y que se dediquen a los fieles sin horarios, sin convertirse en “oficinistas de lo sagrado”.

El pontífice recibió hoy en el Vaticano a un grupo de participantes del Convenio anual de los Sacerdotes Hispanos que trabajan en EE.UU. y les pidió que conservasen el deseo de actuar en contra de la injusticia.

Y también “ante la problemática de los inmigrantes, la cerrazón de ciertas autoridades civiles y religiosas, los desafíos de la interculturalidad y la complejidad del anuncio”, explicó.

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Francisco les pidió entonces que “no dejen abandonados a los que sufren, no dejen abandonado al Señor del Sagrario”.

También les invitó a no rechazar a los fieles porque “el horario es de tal hora a tal hora”.

“Por favor, primero la gente, después el horario. No se vuelvan oficinistas de lo sagrado. Que es el peligro de esta cultura. Revisen su dedicación a la gente, su apertura de corazón”, agregó.

“Esto es clave: curas para la gente”, indicó el papa.

Y también les exhortó a “no tener las uñas sucias, sino las uñas limpias, porque las uñas se ensucian cuando el cura comienza a trepar”, cuando se refirió a “trepadores para este cargo, para esta parroquia, para esta canonjía para esto otro”, advirtiendo de que en ese caso “serán unos pobres curas, que han perdido la ilusión de su vida”.

Otro de los consejos a los religiosos fue que “no busquen culpables” cuando no salen bien las cosas. “Esto no funcionó por culpa de aquel y aquel. Primero, ¿yo qué hice? Busquen en ustedes, para ver... la culpa; esa es la humildad pastoral”, dijo.

Y deseó que “ojalá siembren mucho y ojalá no tengan que tomar pastillas para dormir porque lleguen cansadísimos a la noche”.