Organizaciones defensoras de las minorías sexuales arremetieron el martes contra el gobierno del presidente centroderechista Sebastián Piñera por no impulsar en el Congreso chileno un proyecto de matrimonio igualitario.

Chile, un país tradicionalmente conservador, registra varios avances en los últimos 20 años como la aprobación del divorcio, el aborto en tres causales y la unión civil de parejas del mismo sexo. Pero para Piñera y muchos de sus seguidores el matrimonio es entre un hombre y una mujer.

La Fundación Iguales y el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (MOVILH) acudieron a la Contraloría General de la República, que vela por el correcto funcionamiento del Estado, para acusar al gobierno de incumplir un acuerdo de 2016 con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre el matrimonio igualitario.

Ramón Gómez, dirigente del MOVILH, afirmó el martes en la Contraloría que “el gobierno está desconociendo este acuerdo, está diciendo que este acuerdo fue adquirido por el gobierno anterior y no por el actual”.

El Estado chileno firmó en 2016, durante el segundo gobierno de la presidenta Michelle Bachelet (2006-2010 y 2014-2016), un acuerdo de solución amistosa con la CIDH que incluía la presentación de un proyecto de ley sobre el matrimonio igualitario luego de que el MOVILH demandó al Estado chileno por la negativa del Registro Civil de casar a parejas del mismo sexo.

Según los activistas, el gobierno de Piñera modificó un Plan Nacional de Derechos Humanos legado por Bachelet que contemplaba impulsar un proyecto de ley a favor del matrimonio igualitario.

El decreto con el plan modificado ingresó a la Contraloría la semana pasada.