El crucero retenido en Lisboa por un brote de COVID-19 cancela su recorrido
Los pasajeros regresarán a sus países de origen.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Los pasajeros del crucero AIDAnova, detenido en Lisboa desde el pasado 31 de diciembre por un brote de COVID-19 y que planeaba salir hoy hacia las Islas Canarias, serán devueltos a sus países de origen después de que la compañía haya decidido no seguir adelante con el recorrido.
El capitán del Puerto de Lisboa, el comandante Vieira Branco, anunció hoy en declaraciones al canal CNN Portugal que los pasajeros de este crucero, de la empresa alemana AIDA, serán trasladados mañana, lunes, al aeropuerto de Lisboa para que puedan regresar a sus países.
Aunque ha recalcado que la decisión tomada no es por motivos sanitarios, sino comerciales, esta medida la han comunicado después de que se hayan registrado 12 nuevos casos de coronavirus en el barco en las últimas horas, por lo que ascienden a 64 los infectados, todos ellos asintomáticos o con síntomas leves.
“La compañía entendió que el crucero en su forma inicial estaba irremediablemente comprometido”, por lo que decidió “terminar el crucero y transportar a los cerca de 3.000 pasajeros a bordo a sus lugares de origen”, explicó.
Todavía no se ha concretado cuándo saldrá el crucero del puerto luso cuando esté vacío, aunque podría ser entre el 4 y el 5 de enero, anticipó Viera Branco.
El barco, que llegó el 29 de diciembre a la capital lusa con cerca de 4,000 personas a bordo (incluyendo a la tripulación), planeaba salir con destino a Madeira para ver los fuegos artificiales de fin de año y dirigirse después a las Islas Canarias.
Sin embargo, detectaron en controles rutinarios una quincena de contagios entre la tripulación, que con las horas pasaron a 52, por lo que decidieron cancelar su escala en el archipiélago luso y programar su salida hacia territorio español para este domingo.
Durante estos días en la capital portuguesa, los pasajeros no infectados han podido visitar la ciudad y los infectados habían sido trasladados a instalaciones en tierra.
En declaraciones el pasado 31 de diciembre al mismo canal, la directora general de Salud de Portugal, Graça Freitas, confirmó que se habían detectado casos de coronavirus en el barco y que la evolución era “positiva”.