Ecuador tendrá apagones nocturnos en todo el país por crisis energética causada por sequía
Impondrán toque de queda durante las cuatro noches en las que se suspenderá totalmente el servicio eléctrico.
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Quito. Ecuador vivirá apagones a nivel nacional de ocho horas de duración durante cuatro noches de la próxima semana, al entrar en un nuevo periodo de escasez de electricidad causado por una grave sequía en sus principales centrales hidroeléctricas, que impide abastecer la demanda interna.
El Gobierno de Ecuador anunció el lunes en un comunicado que en principio los apagones se registrarán en todo el país de 10:00 p.m. a 6:00 a.m. el lunes, martes, miércoles y jueves de la próxima semana.
Para la noche de este miércoles ya había sido anunciado un apagón a nivel nacional de similares características que el Ejecutivo había atribuido a una medida para realizar trabajos de mantenimiento en la infraestructura eléctrica nacional, con miras a un nuevo periodo de racionamientos de electricidad.
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Para este apagón, la ministra del Interior, Mónica Palencia, anunció la intención del Gobierno de decretar un toque de queda para evitar desmanes durante la suspensión del fluido eléctrico, que se dará bajo el “conflicto armado interno” que el presidente Daniel Noboa declaró al crimen organizado a inicios de año.
Este jueves está previsto que las Fuerzas Armadas tomen control del embalse de Mazar, el segundo más grande del país, conforme lo dispuesto por Noboa en los días previos para evitar sabotajes en esta infraestructura crítica para el abastecimiento de la demanda eléctrica nacional.
El embalse de Mazar, situado en la sureña provincia andina de Azuay, cuenta con una capacidad de 410 millones de metros cúbicos de agua y sirve para alimentar a un complejo de tres hidroeléctricas situadas en la cuenca del río Paute con una potencia instalada de 1,757 megavatios.
Sin embargo, en los últimos días el nivel de esta reserva de agua ha descendido drásticamente debido a la ausencia de lluvias que vive la sierra de los Andes desde hace varios meses.
Este es el tercer periodo de apagones que soportará Ecuador en menos de un año, tras el acontecido a finales de 2023, y otro que se dio a mediados de abril de este año 2024.
A diferencia de esos periodos anteriores de racionamientos de electricidad donde los cortes del fluido se dieron durante el día en distintos segmentos horarios y en diferentes zonas, esta vez abarcarán a todo el país al mismo tiempo y se realizarán durante la noche.
“El horario del corte establecido ha sido escogido con la finalidad de generar el menor impacto posible en las actividades productivas y el desarrollo de jornadas laborales”, señaló el Gobierno en su comunicado.
En ese sentido, la administración de Noboa también dispuso que el sector público realice teletrabajo el jueves y el viernes de esta semana y también de la próxima.
Se calcula que cada hora de racionamiento eléctrico provoca en el país pérdidas por unos 12 millones de dólares.
A inicios de este mes hubo un apagón en once de las veinticuatro provincias de Ecuador que duró varias horas debido a un fallo registrado en la central hidroeléctrica de Paute, según informó el estatal Operador Nacional de Electricidad (Cenace).
El Gobierno había advertido en los meses anteriores de las altas probabilidades de que el país regresase a los apagones a causa de la aguda temporada seca, por lo que estableció procesos de contratación y alquiler de generación eléctrica para enfrentar esta crisis.
Entre esos procesos destaca el alquiler de una planta eléctrica flotante de la empresa Karpowership, perteneciente al grupo energético turco Karadeniz, que desde la pasada semana está generando unos 100 megavatios para el sistema eléctrico ecuatoriano.
También en los apagones de meses anteriores, fue clave la electricidad importada por Ecuador desde Colombia. El embalse de Mazar, situado en la sureña provincia andina de Azuay, cuenta con una capacidad de 410 millones de metros cúbicos de agua y sirve para alimentar a un complejo de tres hidroeléctricas situadas en la cuenca del río Paute con una potencia instalada de 1.757 megavatios.
Sin embargo, en los últimos días el nivel de esta reserva de agua ha descendido drásticamente por la prolongada ausencia de lluvias.