Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 15 años.
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México.- La Fiscalía estatal reveló hoy que tres jóvenes mujeres que habían sido dadas por desaparecidas el año pasado fueron asesinadas y sus cuerpos disueltos en ácido por delincuentes en el norteño estado mexicano de Baja California, fronterizo con EE.UU. La investigación se inició en el 2008 cuando se reportó en Tijuana la desaparición de tres jóvenes que vivían en la vecina Mexicali y coincidió con la captura en abril pasado de un grupo de presuntos delincuentes, entre los que están los tres supuestos asesinos. La Procuraduría General de Justicia de Baja California concluyó en un comunicado que Laura Gabriela Mejía Simenal y las hermanas Nataly e Ivonne Dennise Medrano Montoya, de 25, 24 y 23 años, respectivamente, fueron asesinadas en agosto de 2008 en la ciudad de Tijuana. Agregó que las investigaciones en busca del paradero de las jóvenes que vivían en la ciudad de Mexicali establecieron que fueron asesinadas por Fidel Abraham Barajas Sánchez, alias "El Chiricua"; Antonio Grajeda Mendoza, "El Negro", y Javier Hernández Olguín, "El Javo", quienes fueron detenidos por otras razones por el Ejército el pasado 2 de abril. En las investigaciones aparecieron los nombres de estos delincuentes, quienes, ya detenidos, confesaron el crimen. De acuerdo a la reconstrucción judicial de los hechos, las jóvenes viajaron de Mexicali a Tijuana, ambas ciudades en Baja California, donde se reunieron con los tres hombres, al parecer sicarios de narcotraficantes. Una de las jóvenes, siempre según la versión oficial, tuvo una discusión con "El Negro", quien ordenó que las mujeres fueran llevadas de vuelta a Mexicali. Pero en el trayecto, "El Chiricua" recibió la contraorden de llevar a las jovencitas a una casa en Tijuana, donde fueron asfixiadas y sus cuerpos disueltos en ácido dentro de un barril de aluminio, sin que se hayan encontrado hasta ahora sus rastros. "El Negro" es considerado lugarteniente de una banda del crimen organizado que opera en Baja California, la cual se dedica principalmente a los secuestros y asesinatos por encargo. Uno de los métodos empleados por el crimen organizado en México para desaparecer a sus enemigos es la disolución sus cuerpos en ácido. A principios de este año las autoridades mexicanas detuvieron a Santiago Meza López, alias "El Pozolero", quien disolvió a lo largo de varios años en ácido unos 300 cadáveres por órdenes de Teodoro Eduardo García Simental, alias "El Teo", miembro del cartel de los hermanos Arellano Félix, que tiene su sede en Tijuana.