Desalojos de palestinos de Jerusalén podrían continuar
Algunos judíos libran desde hace décadas una batalla para desalojar familias de un barrio densamente poblado por palestinos en una de las zonas más conflictivas del este de Jerusalén.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Jerusalén. La campaña de sectores judíos que tratan de desalojar a decenas de familias palestinas de la parte oriental de Jerusalén sigue vigente, a pesar de que generó semanas de disturbios y fue una de las causantes de la reciente guerra de 11 días con Hamas en Gaza.
La intervención del secretario de justicia israelí dejó en suspenso los desalojos, pero organizaciones defensoras de los derechos humanos dicen que ello no descarta que los palestinos sean desalojados en los próximos meses, cuando la comunidad internacional deje de enfocar su atención en el conflicto entre judíos y palestinos, y que se desate otro baño de sangre.
Algunos judíos libran desde hace décadas una batalla para desalojar familias de un barrio densamente poblado por palestinos en una de las zonas más conflictivas del este de Jerusalén.
Israel capturó ese sector, donde se encuentran sitios sagrados tanto para judíos como para cristianos y musulmanes, en la guerra de 1967 y lo anexó en una medida que no ha sido reconocida por la comunidad internacional. Israel considera la totalidad de Jerusalén como su capital, mientras que los palestinos dicen que el sector oriental de la ciudad será la capital de un futuro estado propio.
Una ley de 1970 permite a los judíos reclamar las propiedades que perdieron en la guerra de 1948, que dio paso a la creación de Israel. No se reconoce el mismo derecho a los palestinos que perdieron propiedades en el mismo conflicto, incluidos ciudadanos israelíes de origen palestino.
La agrupación israelí de derechos humanos Ir Amim, que sigue de cerca varias disputas legales relacionadas con este tema, calcula que al menos 150 casas de los barrios Sheij Jarrah y Silwan recibieron órdenes de desalojo, que están resistiendo en los tribunales.
Los reclamos de cuatro familias grandes que tienen seis casas en Sheij Jarrah desataron manifestaciones que se sumaron a otras movilizaciones para protestar el desempeño de la policía en un sitio sagrado. Después de advertir a Israel que suspendiese los desalojos y se retirase de ese sitio, Hamas disparó cohetes de largo alcance hacia Jerusalén el 10 de mayo, desatando una nueva guerra entre israelíes y palestinos en Gaza.
Al aumentar las tensiones, el secretario de justicia de Israel Avichai Mandelblit aplazó la audiencia en la que se determinaría la suerte de las cuatro familias. Otro grupo de familias pidió también la intervención del secretario de justicia y logró el aplazamiento de su desalojo.
Los israelíes tratan de formar otro gobierno en estos momentos, lo que aumenta la incertidumbre.
Esto dio tiempo a las familias palestinas, pero por ahora no se ha resuelto nada.
“Todo está en el aire”, comentó Amy Cohen, portavoz de Ir Amim.
“Hay unos 1,000 palestinos en estos dos sectores que corren peligro de ser desplazados”, expresó Cohen. “Dado que estas medidas son tomadas en forma escalonada, es mucho más fácil ignorarlas”.
Hay 65 familias en dos sectores de Sheij Jarrah que corren peligro de ser desalojadas, de acuerdo con Ir Amim.
Los judíos dicen que adquirieron esos lotes a otros judíos antes de la guerra de 1948, en la que Jordania capturó lo que es hoy el sector oriental de Jerusalén y la Margen Occidental del río Jordán. Los jordanos permitieron que varias familias palestinas se instalasen allí a principios de la década de 1950, tras escapar de lo que es hoy Israel durante la guerra del 48. Y los colonos judíos tratan de desalojarlos desde que Israel capturó la Margen Occidental y el este de Jerusalén en 1967.
Los desalojos traen a la memoria de los palestinos lo que ellos llaman la “nakba”, la catástrofe asociada con la creación de Israel. Unos 700,000 palestinos, la mayor parte de su población, escaparon o fueron expulsados de sus casas mientras el nuevo estado peleaba con cinco ejércitos árabes. La mayoría terminaron en campamentos de refugiados en la Margen Occidental, Gaza y países vecinos.
“Esto no está relacionado solo con Sheij Jarrah. Tiene que ver con toda la ocupación israelí. Ese es el problema”, dijo Saleh al-Diab, quien vive desde que nació en una de las casas que recibió orden de desalojo en Sheij Jarrah.
“Te sacan tu casa en 1948 y vuelven después de 1967 y te la sacan de nuevo”, se quejó.
Yaakov Fauci, un colono de Nueva York que publicó en las redes sociales un video muy visto en el que una residente palestina le recrimina por robarse su casa, dice que los palestinos están ocupando propiedad privada.
“Viven aquí desde 1956. No son tierras ancestrales que se remontan a la época de Abraham”, afirmó. Fauci dice que es un inquilino y que no está involucrado en la disputa legal, pero que la tierra le pertenece al pueblo judío.
“No queremos causarles dolores ni sufrimientos, pero queremos recuperar nuestras tierras”, sostuvo. “Si hay gente allí, lamentablemente tienen que irse”.
Ir Amim calcula que en las últimas décadas fueron desalojadas 10 familias en Sheij Jarrah y al menos 74 en Silwan, a unos pocos kilómetros.
El gobierno israelí y la organización que vende las propiedades de Sheij Jarrah no respondieron a pedidos de comentarios. Israel ha dicho en el pasado que los desalojos son una simple disputa inmobiliaria y que Hamas la aprovecha para incitar la violencia.
Los colonos tienen fuerte apoyo del gobierno y de la extrema derecha. Más de 700,000 colonos viven en los territorios ocupados de la Margen Occidental y la parte oriental de Jerusalén. Los palestinos y buena parte de la comunidad internacional consideran que esos asentamientos violan las leyes internacionales y son un obstáculo para la paz.