Caracas. Un niño venezolano que migraba a Trinidad y Tobago junto a su madre murió tras ser tiroteada su embarcación por la Guardia Costera de ese país isleño, denunció este domingo el líder opositor de la nación petrolera Juan Guaidó.

“La muerte de un niño venezolano, que junto a su madre huía de la dictadura, nos duele en el alma como país. Los disparos realizados por la Guardia Costera de Trinidad y Tobago no tienen justificación, lo mataron (...) pedimos justicia”, escribió Guaidó en su cuenta de Twitter.

Por su parte, el también opositor David Smolansky compartió en la misma red social un comunicado de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago en el que explican que dispararon al motor de la embarcación en un intento de detenerlos y en “defensa propia”, alegando que los migrantes habían intentado “embestirlos”.

Los funcionarios argumentaron, de acuerdo con el comunicado difundido por Smolansky, que tras inspeccionar el bote “descubrieron” que había “migrantes ilegales” a bordo, que habían permanecido “escondidos” y no los vieron antes.

“Otros controles detectaron a una mujer migrante ilegal que sostenía a un niño e indicaba que estaba sangrando. La embarcación fue llevada junto a la TTS Scarborough (embarcación de las autoridades) y la mujer herida fue estabilizada y llevada a un centro de salud local. Lamentablemente, el niño no respondía”, agregó la información.

Smolansky exigió que se haga una investigación para que haya justicia: “Basta de disparos, náufragos y deportaciones”, escribió.

El Gobierno venezolano, que tiene buenas relaciones con el de Trinidad y Tobago, no se ha pronunciado al respecto, por el momento.

El activista y miembro de la ONG venezolana Foro Penal Orlando Moreno explicó que en la noche del sábado un grupo de 20 personas embarcó en el estado Delta Amacuro rumbo a Trinidad y Tobago y que la Guardia Costera los interceptó.

“Familiares del niño asesinado me dicen que sus padres están conmocionados y buscan a otra niña que también iba en la embarcación. Estaría retenida, presumen. En el viaje iban también otros niños y adultos sobre los cuales no se tiene información hasta ahora”, agregó.

La ONG venezolana Provea lamentó la muerte del niño y aseguró que los venezolanos “huyen” del país por “hambre, no por elección”.

“Los países deben respetar tratados internacionales de protección de derechos humanos”, apuntó.

Igualmente, el opositor Julio Borges expresó en Twitter que esto es un “acto vil y cruel” que merece la “mayor condena de todas las autoridades de ese país y de la comunidad internacional”.

“En este hecho murió un bebé en brazos de su madre. Los venezolanos arriesgan su vida huyendo del hambre y la miseria que representa (el presidente Nicolás) Maduro, no merecen tratos inhumanos como los perpetrados”, subrayó.

Borges también pidió que los responsables de este hecho sean llevados a la justicia.

“El drama que representa la migración no se frenará ni con visas, ni mucho menos con persecución y odio, se resuelve sacando a la dictadura del poder en Venezuela”, apostilló.

La ruta migratoria hacia las diferentes islas del Caribe, la menos utilizada por los 6 millones de venezolanos que han salido del país según la ONU como consecuencia de la crisis, saltó a la palestra tras el naufragio hace un año de una embarcación en la que viajaban 41 venezolanos hacia Trinidad y Tobago.

Desde entonces, se han producido varios naufragios y los vecinos de la zona han denunciado la desaparición de embarcaciones que se dirigían hacia esas islas.