En un año en que los republicanos enfrentan un clima político sumamente adverso, con clamores de cambio en todo el país, un puñado de demócratas conservadores con mucho en común con sus rivales está tratando de apoderarse de distritos tradicionalmente republicanos.

El grupo está integrado por demócratas fiscalmente conservadores, usualmente anti aborto y partidarios de que la ciudadanía pueda poseer armas de fuego, los cuales están construyendo su propia maquinaria política para llevar a la victoria a candidatos con ideas similares.

Al mismo tiempo, están aumentando calladamente su influencia en un partido personificado por liberales como el senador Edward Kennedy, el candidato presidencial Barack Obama y la presidenta de la cámara baja Nancy Pelosi.

Recientemente, dos miembros de ese movimiento, Travis Childress, en Misisipí, y Don Cazayouxuna, en Luisiana, ganaron distritos que estaban en manos republicanas. Childress contó con la ayuda del representante John Tanner, un demócrata conservador que hizo campaña con él puerta a puerta como si fuese su escaño en que estuviese en juego.

"Yo no hubiera hecho esto por mí mismo", dijo Tanner, que lleva dos décadas en la Cámara de Representantes.

"La filosofía de nuestro grupo está cobrando vida en muchas partes del país", dijo Tanner en una entrevista en el Capitolio. "El pueblo estadounidense está buscando candidatos pragmáticos, en lugar de candidatos impulsados por ideología, y quieren candidatos cuya lealtad es primero con el país, no con el partido".

Charlie Melancon, un demócrata de Luisiana, agrega: "Los candidatos que pueden ganar son los que son como nosotros".

La coalición de 47 miembros ganó considerable influencia en el 2006, cuando las victorias de sus 11 representantes —todos ellos en su primer período en el poder legislativo— ayudaron a los demócratas a controlar la cámara baja.