NUEVA DELHI. — La Iglesia católica india, remecida por denuncias de la violación de una monja por un obispo, enfrenta la sublevación de cientos de sacerdotes contra uno de los cuatro cardenales del país, a quien el papa Francisco acaba de reintegrar.

El año pasado, Francisco suspendió al cardenal George Alencherry -titular de la iglesia siro-malabar de rito oriental en el estado sureño de Kerala_ en medio de una polémica en torno a la venta de tierras. Francisco designó a un administrador temporario al frente de la arquidiócesis de Ernakulam-Angamaly para resolver sus problemas financieros y tratar de sanar las divisiones entre los sacerdotes.

El mes pasado, Francisco reintegró a Alencherry luego de recibir el informe del administrador. No se publicaron las conclusiones y se ratificó la suspensión de dos obispos auxiliares.

Unos 450 curas, 70 de ellos extranjeros, iniciaron una huelga de hambre y una vigilia de oración la semana pasada en la casa del obispo en la ciudad der Kochi para protestar por la reintegración de Alencherry, la suspensión de los obispos y exigir información sobre la investigación. Un petitorio enviado al Vaticano llevaba la firma de más de 360 curas.

“Esperábamos una respuesta positiva del Vaticano, pero desafortunadamente nos enteramos con estupor que el Vaticano retiró al administrador apostólico y envió de regreso al cardenal Alencherry”, dijo el padre Kuriakose Mundadan, secretario del consejo presbiteral y uno de los participantes de la protesta.

En entrevista telefónica con The Associated Press, Mundadan dijo que los sacerdotes se quejaron porque Alencherry violó la norma que obliga a efectuar consultas antes de vender las tierras y que esta transacción significó fuertes pérdidas para la Iglesia.

En su carta del 26 de junio en la que anunciaba la reintegración de Alencherry, el cardenal Leonardo Sandri, jefe de la oficina vaticana para las iglesias de rito oriental, insinuó que se fortalecerían los controles financieros. Dijo a Alencherry que debe presentar planes e informes financieros mensuales al sínodo siro-malabar y que los miembros de este organismo rector le ayudarán a administrar la arquidiócesis.

Meses atrás, la policía de Kerala _el estado más católico del país_ acusó a un obispo de violar reiteradamente a una monja. El caso fue primera plana en el mundo en medio de la crisis generada por los abusos sexuales en la Iglesia. El obispo rechazó las acusaciones.