LA HABANA. Cuba informó el viernes que fue avisado por Washington de la llegada de un submarino de propulsión nuclear a la Base Naval estadounidense de Guantánamo, pero el vicecanciller cubano indicó que les disgustaba la presencia no invitada de dicha embarcación.

El arribo del USS Helena de la Marina de guerra norteamericana se produjo el jueves, un día después de que una flota rusa compuesta por una fragata, un sumergible y dos naves de apoyo logístico atracaran también en la isla, pero en La Habana.

“Conocíamos de su presencia, pues conforme a procedimientos que hemos seguido desde hace años, Estados Unidos nos informó con antelación”, sobre la presencia del USS Helena, manifestó en comentarios al portal oficial Cubadebate el vicecanciller Carlos Fernández de Cossio.

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“Pero evidentemente no nos gusta la presencia en nuestro territorio y transitando por nuestras aguas de un medio de esa naturaleza (el submarino norteamericano), perteneciente una potencia que mantiene una política oficial y práctica que es hostil contra Cuba”, agregó Cossio.

Estados Unidos mantiene su Base Naval en Guantánamo, a unos 1,000 kilómetros al oriente de la capital en el territorio de la isla desde comienzos del siglo pasado, pero Cuba siempre rechazó la presencia del fuerte militar.

Por su parte, el Comando Sur de Estados Unidos indicó en sus redes sociales que el USS Helena, un submarino de ataque rápido, llegó a aguas en una visita de “rutina”.

Funcionarios estadounidenses indicaron que la Marina de su país seguía de cerca los movimientos de la flota rusa en el Atlántico y el Caribe.

El miércoles arribaron a la Bahía de La Habana los buques rusos “Gorshkov”, una fragata, el submarino de propulsión nuclear “Kazan” y dos naves de apoyo, el petrolero “Pashin” y el remolcador de salvamento “Nikolai Chiker”. Permanecerán en la isla hasta el 17 de junio.

La flota rusa fondeó en la nación caribeña luego de maniobras de entrenamiento militar en el Atlántico, dijo el Ministerio de defensa de la nación euroasiática, y fueron calurosamente saludados por sus homólogos cubanos incluso con el disparo de 21 salvas de cañón a su arribo.

En la tarde del viernes se sumó al Puerto de La Habana, el buque de la Real Armada canadiense “Margaret Brooke”, que también fue bienvenido por las autoridades locales.

Tanto Rusia como Cuba sufren fuertes sanciones por parte de Washington y en los últimos años se convirtieron en aliados políticos y económicos.