La Habana. Cuba amaneció este lunes en aparente calma, sin servicio de internet móvil y con la incertidumbre de si se mantendrán las protestas ciudadanas contra el Gobierno que estallaron el domingo en todo el país, que atraviesa su peor crisis económica y sanitaria de las últimas tres décadas.

El servicio de internet en los teléfonos móviles permanece cortado desde ayer a mediodía, lo que ha dificultado conocer en tiempo real la situación en el interior del país y el desarrollo de las manifestaciones.

Tras las decenas de detenciones que tuvieron lugar el domingo, activistas y opositores han denunciado en las redes sociales que permanecen desaparecidas varias personas arrestadas cuando participaban en las protestas, especialmente en La Habana.

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Durante la noche y primera hora de la mañana en las redes sociales se han multiplicado las denuncias con vídeos sobre represión y violencia policial en ciudades y pueblos de la isla, hechos que Efe por el momento no ha podido corroborar.

Miles de cubanos tomaron las calles ayer para protestar contra el Gobierno al grito de “¡Libertad!” en una jornada inédita que se saldó con cientos de detenidos y enfrentamientos después de que Díaz-Canel conminara por televisión a sus partidarios a salir a enfrentar a los manifestantes y defender la Revolución.

A última hora de la tarde, otra manifestación de apoyo al Gobierno recorrió las calles de La Habana al grito de “¡Yo soy Fidel!”, “Cuba sí, yankis no” y “Abajo el bloqueo”, en referencia al embargo que Estados Unidos mantiene sobre la isla desde hace 60 años y al que las autoridades cubanas atribuyen en buena parte la situación del país.

EE.UU. “ha destinado cientos de millones de dólares para la subversión en nuestro país e impone un bloqueo genocida, principal responsable de carencias económicas”, escribió hoy en Twitter el ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez.

“El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca carece de autoridad política y moral para hablar sobre Cuba”, agregó en referencia a la exhortación de Washington a que se respeten los derechos e integridad de los manifestantes.

Las protestas, las más fuertes que han ocurrido en Cuba desde el llamado “maleconazo” de agosto de 1994, se producen con el país sumido en una grave crisis económica y sanitaria, con la pandemia fuera de control y una fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos, además de largos cortes de electricidad.