MONTERREY — El cuerpo del mexicano que llegó a ser considerado como la persona más obesa del mundo fue cremado el martes, un día después de que muriera a los 48 años.

Luego de que fue sacado del hospital donde se encontraba a bordo de una grúa, los restos de Manuel Uribe fueron trasladados a una funeraria en la capital del estado norteño de Nuevo León en la cama especial sobre la que pasó prácticamente la última década.

El administrador de la funeraria Serorrey, Pedro Reyes, dijo que la temperatura del horno tuvo que ser puesta un 60 por ciento más alto de lo normal, debido a las dimensiones del cuerpo.

Un servicio religioso se realizó el martes para Uribe. Se desconoce aún cuál será el destino de sus cenizas.

Uribe fue considerado en 2007 el hombre más obeso del mundo al pesar 597 kilogramos, aunque al paso de los años logró reducir algo de peso.

Antes de fallecer, el hombre tenía un peso de 394 kilogramos.

Uribe permanecía internado desde el pasado 2 de mayo en el Hospital Universitario de Monterrey debido a complicaciones cardiacas.