Corea del Norte tacha de “provocación” lo dicho por Biden tras lanzar misiles
El régimen probó el jueves lo que parece ser una nueva versión del KN-23, que a su vez es una versión local del Iskander ruso, capaz de portar una ojiva de 2.5 toneladas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Seúl. Corea del Norte tildó hoy de “provocación” lo dicho por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en respuesta a su reciente lanzamiento de misiles, asegurando que tiene derecho a la auto defensa y advirtiendo a Washington de posibles consecuencias si persisten estos comentarios.
“Semejantes comentarios del presidente de EE.UU. son una violación del derecho de nuestro estado a la auto defensa y una provocación”, dijo en un comunicado publicado por la agencia KCNA el mariscal Ri Pyong-chol, una de las principales figuras del régimen y el oficial que presidió el lanzamiento de misiles del jueves.
Tras la prueba, Biden advirtió que “habrá una respuesta si eligen una escalada”, a lo que Ri respondió hoy diciendo que “si EE.UU. continúa con sus comentarios inconscientes sin pensar en las consecuencias, podría enfrentarse a algo que no es bueno”.
Ri, uno de los cinco miembros del presidium del politburó norcoreano, aseguró que las palabras de Biden revelan su “profunda hostilidad hacia la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial del país)”, y acusa a su nuevo Gobierno de tildar al país asiático de “amenaza”.
“Es una lógica gangsteril el que se permita a EE.UU. enviar activos nucleares estratégicos a la península y lanzar misiles balísticos intercontinentales (ICBM) cuando quiera pero que no sea permisible para la RPDC, su beligerante rival, testar siquiera un arma táctica (de corto alcance)”, añadió el mariscal norcoreano.
“Creo que la nueva administración estadounidense obviamente ha empezado con mal pie”, sentenció.
La del jueves ha sido la segunda prueba de misiles norcoreana en menos de una semana y llega en un momento marcado por una revisión de la nueva estrategia de Washington para lidiar con Pionyang, que ha exigido retornar al diálogo sobre desnuclearización sin condiciones previas.
El régimen probó el jueves lo que parece ser una nueva versión del KN-23 (que a su vez es una versión local del Iskander ruso) capaz de portar una ojiva de 2.5 toneladas.
El KN-23 es un misil hipersónico con un sofisticado sistema de guiado que le permite trazar trayectorias no completamente parabólicas, lo que lo hace difícil de interceptar y -pese a su corto alcance- lo convierte en una seria amenaza para países cercanos como Corea del Sur o Japón.
El pasado enero, el líder norcoreano, Kim Jong-un, advirtió que empezaría a probar nuevo armamento si el Gobierno Biden no proponía nuevas fórmulas para retornar a la mesa de negociación.