Seúl - Corea del Norte confirmó este viernes que realizó su tercera prueba con un nuevo lanzacohetes múltiple "súper grande" que, según dice, expande su capacidad para destruir objetivos enemigos en ataques sorpresa.

Estos lanzamientos extienden a un mes una racha de ensayos con misiles por parte de Norcorea mientras sigue aprovechándose de que las negociaciones nucleares están estancadas para avanzar en sus capacidades militares y al mismo tiempo presionar a Washington para lograr concesiones.

La Agencia de Noticias Central Coreana, la oficial de Pyongyang, describió las pruebas un día después de que militares surcoreanos y japoneses dijeron que detectaron dos proyectiles lanzados desde un área cerca de la capital de Corea del Norte que atravesaron 321 kilómetros (200 millas) del país antes de caer en aguas de la costa este norcoreana.

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Los lanzamientos del jueves siguieron a declaraciones de descontento de altos funcionarios de Corea del Norte sobre el lento ritmo de las negociaciones nucleares con Estados Unidos y demandas para que la administración del presidente Donald Trump alivie las sanciones que pesan contra el país asiático.

La agencia de noticias dijo que Kim expresó su satisfacción por lo que Corea del Norte describió como una prueba exitosa de su nuevo sistema de artillería de cohetes, pero no estaba claro si el líder observó los lanzamientos en el sitio.

A principios de este mes, el Norte disparó un misil balístico submarino por primera vez en tres años. Pyongyang también ha probado sistemas de misiles balísticos de corto alcance y artillería de cohetes en los últimos meses, en lo que los expertos vieron como un esfuerzo para avanzar en sus capacidades militares y aumentar su poder de negociación.

Las negociaciones han fracasado después del colapso de una reunión en febrero entre Kim Jong Un y Trump en Hanói, Vietnam, donde Estados Unidos rechazó las demandas de Corea del Norte para que aliviara las sanciones a cambio de acotar parcialmente el programa nuclear norcoreano.

Washington y Pyongyang reanudaron las discusiones a nivel de trabajo en Suecia a principios de este mes, pero la reunión se interrumpió cuando los norcoreanos calificaron las conversaciones de "repugnantes" y acusaron a los estadounidenses de mantener la "postura y actitud" de siempre.