El primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, calificó este martes de “bárbaro y despiadado” el asesinato de dos niños en la zona de Salt Spring, que es escenario de una guerra entre bandas criminales.

Los menores, estudiantes de la escuela primaria de Chetwood, fueron blanco junto a un hombre no identificado, de disparos efectuados por sujetos armados.

El ataque se produjo cuando estos viajaban en un taxi el lunes por la noche en la comunidad de Flower Hill, en la volátil zona de Salt Spring, según la Policía.

También en Salt Spring, hombres armados mataron a tiros a una niña de 6 años y a su abuela el pasado viernes.

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“La violencia en todas sus formas es aborrecible y debe ser castigada con firmeza”, subrayó en un comunicado Holness, quien expresó su pésame a las familias de los niños por “este acto de terror sin sentido”.

El primer ministro agregó que, cuando la violencia toca a niños inocentes con toda la vida por delante, toda la sociedad debe levantarse y decir: “¡Ya basta!”

Además, dijo que “este acto de terror bárbaro y despiadado” demuestra una vez más que los pistoleros y las pandillas son una amenaza clara y presente en Jamaica y mantienen como “rehenes a comunidades enteras” debido a la inseguridad.

“Esta violencia indiscriminada y aleatoria no sólo crea miedo local, sino que también crea un sentimiento nacional de inseguridad. Estos pistoleros y pandilleros no son meros criminales, son como terroristas y deben ser tratados como tales”, aseguró.

Por ello, prometió que su Administración seguirá invirtiendo en aumentar la capacidad de las fuerzas de seguridad y aprobando leyes que incrementen las penas por asesinato y por uso de armas de fuego ilegales.

Según la Policía de Jamaica, hasta el 28 de octubre de este año se han registrado 1,159 asesinatos, una elevada cifra, aunque algo inferior al mismo periodo de 2022, cuando se contabilizaron 1,301.