Una serie de comunidades rurales aún incomunicadas tras el paso de la tormenta tropical Óscar por el extremo nororiental de Cuba dificulta a las autoridades una primera evaluación de daños personales y materiales.

El Gobierno cubano y los medios oficiales han apuntado hasta el momento un balance preliminar de seis fallecidos, más de mil viviendas afectadas, desperfectos en infraestructuras estatales y cuantiosos daños en la agricultura.

A primera hora del martes, la prensa estatal cubana informó que hay 6,000 personas y unos 4,000 “núcleos familiares” afectados, principalmente por las inundaciones que han provocado el desbordamiento de ríos y penetraciones del mar en zonas costeras bajas.

En la provincia de Guantánamo, con grandes porciones del territorio dedicados al cultivo, se reportaron daños en “casi el 50 % de las plantaciones” de plátano.

También hubo fuertes estragos con el café y el tomate. Este último en unas 200 hectáreas en la localidad de San Antonio del Sur, una de las más golpeadas y a la que visitó, en representación del Gobierno central, Inés María Chapman, vice primera ministra.

En las últimas 48 horas, la provincia llegó a registrar en algunos puntos acumulados de lluvia de más de 630 milímetros (o litros por metro cuadrado), de acuerdo con datos del Instituto de Meteorología (Insmet).

Óscar entró en Cuba como huracán de categoría 1 (de 5) en la escala Saffir-Simpson el domingo por la tarde y pasó algo más de 24 horas sobre la isla, acompañado de fuertes vientos, intensas lluvias y marejadas.

Según el Insmet, tocó tierra cerca de Baracoa (este) a las 18.10 hora local del domingo y abandonó el territorio cubano por las proximidades de Gibara (este) sobre las 19.20 hora local de este lunes.

En ese sentido, Defensa Civil decidió este martes declarar la vuelta a la fase de “normalidad” en las provincias orientales de Santiago de Cuba, Granma, Holguín y Las Tunas “al no presentar afectaciones”.

Óscar es la decimoquinta tormenta tropical de la actual temporada ciclónica en el Atlántico y la primera que toca tierra en Cuba.

Los servicios meteorológicos de EE.UU. y Cuba alertaron ya hace meses de que esta temporada de huracanes en el Atlántico, que abarca del 1 de junio al 30 de noviembre, iba a ser especialmente activa.

La última vez que un gran huracán golpeó a Cuba fue en septiembre de 2017 cuando Irma avanzó de forma paralela a la costa norte de la isla y causó diez muertos y pérdidas materiales valoradas oficialmente en 13.185 millones de dólares.