BOGOTA, Colombia. El gobierno colombiano dijo el jueves que intentará sacar objetos del naufragio del galeón San José, que se cree contiene un cargamento valorado en miles de millones de dólares.

El naufragio de 300 años de antigüedad, a menudo llamado el “santo grial de los naufragios”, ha sido controvertido, ya que es a la vez un tesoro arqueológico y económico.

El Ministro de Cultura, Juan David Correa, dijo que los primeros intentos se harán entre abril y mayo, dependiendo de las condiciones del océano en el Caribe. Correa prometió que sería una expedición científica.

“Este es un pecio arqueológico, no un tesoro”, dijo Correa tras una reunión con el presidente Gustavo Petro. “Esta es una oportunidad para convertirnos en un país a la vanguardia de la investigación arqueológica submarina”.

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Pero se cree que el barco contiene 11 millones de monedas de oro y plata, esmeraldas y otros cargamentos preciosos de las colonias controladas por España, que podrían valer miles de millones de dólares si alguna vez se recuperan.

Correa dijo que el material extraído del pecio, probablemente mediante naves robóticas o sumergibles, se llevaría a bordo de un buque de la Armada para su análisis. En función de los resultados, podría programarse un segundo esfuerzo.

El galeón San José se hundió en una batalla con barcos británicos en 1708, hace más de 300 años. Fue localizado en 2015, pero ha estado sumido en disputas legales y diplomáticas.

En 2018, el gobierno de Colombia abandonó sus planes de excavar los restos del naufragio, en medio de disputas con una empresa privada que reclama algunos derechos de salvamento basados en un acuerdo de la década de 1980 con el gobierno colombiano.

En 2018, la agencia cultural de las Naciones Unidas pidió a Colombia que no explotara comercialmente el pecio.

Un organismo de expertos de la UNESCO que protege el patrimonio cultural subacuático envió una carta a Colombia expresando su preocupación de que recuperar el tesoro para la venta en lugar de por su valor histórico “causaría la pérdida irrecuperable de un patrimonio significativo.”

“Permitir la explotación comercial del patrimonio cultural colombiano va en contra de los mejores estándares científicos y de los principios éticos internacionales establecidos especialmente en la Convención del Patrimonio Cultural Subacuático de la UNESCO”, decía la carta.

Colombia no ha firmado la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que la sometería a las normas internacionales y le exigiría informar a la UNESCO de sus planes para el pecio.

El pecio fue descubierto hace tres años con la ayuda de un equipo internacional de expertos y vehículos submarinos autónomos, y su localización exacta es un secreto de Estado. El barco se hundió en algún lugar de la amplia zona situada frente a la península colombiana de Barú, al sur de Cartagena, en el mar Caribe.

El barco ha sido objeto de una batalla legal en Estados Unidos, Colombia y España, sobre a quién pertenecen los derechos del tesoro hundido. Al parecer, el San José, de tres cubiertas, medía 45 metros de eslora y 14 de manga, y estaba armado con 64 cañones.

Colombia ha declarado que los investigadores encontraron cañones de bronce en buen estado, junto con vasijas de cerámica y porcelana y armas personales. Los investigadores afirman que las especificaciones de los cañones no dejan lugar a dudas de que el pecio es el del San José.