Ciudadanos, políticos y artistas lloran la partida de Isabel II
Hasta una figura poco común se unió a rendir respetos a la soberana que sirvió por 70 años a Gran Bretaña.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Londres. Isabel II de Inglaterra fue mucho más que la reina de los británicos. Era la soberana de otras 14 naciones y una figura poco común en la escena mundial que era admirada casi universalmente. Su alcance atravesó hemisferios, generaciones y divisiones sociales y políticas.
Los homenajes generalizados que siguieron a su deceso el jueves no solo procedieron del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sino también de su homólogo ruso, Vladimir Putin, además de otros monarcas, líderes, estrellas del rock y de miles de admiradores.
Isabel ostentó el reinado más largo en la historia de Gran Bretaña, con 70 años de servicio. Subió al trono en 1952, cuando el país seguía reconstruyéndose tras la destrucción de la Segunda Guerra Mundial. Se convirtió en un icono global de calma y fortaleza a lo largo de décadas de agitación política y cambios sociales.
Durante su reinado, conoció a más de una docena de presidentes estadounidenses. Biden dijo que fue informado del deceso por sus asesores durante una reunión en la Oficina Oval.
Fue una “mujer de estado de una dignidad sin igual y una constancia que profundizó la firme alianza entre Gran Bretaña y Estados Unidos”, afirmaron el mandatario y la primera dama, Jill Biden, en un comunicado que indicó además que “definió una era”.
Our statement on the death of Queen Elizabeth II. pic.twitter.com/0n7pmVVg2w
— President Biden (@POTUS) September 8, 2022
Los Biden acudieron después a la embajada británica para presentar sus condolencias. “Estamos de luto por todos ustedes. Era una gran mujer”, se oyó decir a Biden al personal de la legación diplomática.
Putin, por su parte, envió un telegrama al rey Carlos III, el hijo mayor de Isabel, que sucedió automáticamente a su madre.
“Durante muchas décadas, Isabel II disfrutó legítimamente del amor y el respeto de sus súbditos, así como de las autoridades en la escena mundial. Le deseo coraje y perseverancia ante esta pesada e irreparable pérdida”, escribió el presidente ruso.
La muerte de la reina se lloró también en toda Europa. En Francia, rival histórica y aliada contemporánea de Gran Bretaña, las banderas del palacio presidencial y de los edificios públicos ondeaban a media asta el viernes.
El presidente Emmanuel Macron alabó su “inmutable autoridad moral” y su íntimo conocimiento del francés. Además, dijo que ningún otro soberano extranjero había visitado tanto el palacio presidencial como Isabel, que conoció a los ocho presidentes de la Francia contemporánea.
“La mujer que estuvo junto a los gigantes del siglo XX en el camino de la historia ha partido para unirse a ellos”, señaló en un comunicado.
Quienes querían despedirse de la monarca se congregaron ante la embajada británica en París.
“Ella ha sido una constante en mi vida”, dijo Robert Miller, un residente en Londres de 70 años que fue a la capital francesa por una conferencia.
“Aunque sé que era muy mayor, hasta ayer seguía haciendo su trabajo”, añadió. “Como la madre de cualquier persona, ya sabe, aunque crea que las cosas están yendo bien, en algún momento llega el final de una era y se está muy triste”.
Los homenajes llegaron incluso de lugares donde la relación con la monarquía británica era complicada. En India, que en su día fue una colonia británica, el primer ministro, Narendra Modi, dijo que la reina era “una incondicional de nuestro tiempo”.
“Personificó la dignidad y la decencia en la vida pública”, tuiteó.
El deceso de la reina se produjo en un momento en que un creciente número de territorios británicos en el Caribe buscan reemplazar la monarquía con sus propios jefes de Estado, en medio de pedidos para que los británicos se disculpen por los abusos de la era colonial y otorguen reparaciones por esclavitud a sus excolonias.
Aún así, los líderes caribeños, de Jamaica a Bermuda, y más allá, lamentaron la pérdida.
El primer ministro jamaicano, Andrew Holness, dijo que, durante mucho tiempo, Isabel visitó la isla cada década e “indudablemente, formó un vínculo especial con el pueblo (...) Nos entristece no volver a ver su luz, pero recordaremos su histórico reinado”.
David Burt, su homólogo de Bermuda, destacó que su mandato “abarcó décadas de grandes cambios para Gran Bretaña y para el mundo”.
Pero no solo Gran Bretaña perdió a su monarca: Isabel reinaba en otros 14 países, incluyendo Jamaica, Canadá, Australia, las Islas Solomon y Nueva Zelanda.
La primera ministra de este país, Jacinda Ardern, la calificó como una mujer extraordinaria a la que recordará por su risa. Como muchos otros, no solo sentía una profunda tristeza sino también una profunda gratitud.
“He aquí una mujer que entregó su vida, totalmente, al servicio de los demás. Y al margen de lo que cada uno piense del papel de las monarquías en el mundo, es innegable, creo, que aquí hay un ejemplo de alguien que lo dio todo en nombre de su pueblo”, dijo Ardern.
En Canadá, el primer ministro, Justin Trudeau, dijo que le costaba creer que había tenido su última conversación con Isabel: “Echaré mucho de menos esas charlas”.
“La mayoría de los canadienses no hemos conocido a otra soberana”, indicó Trudeau. “(Fue una) presencia constante en nuestras vidas, y su servicio a los canadienses seguirá siendo siempre una parte importante de la historia de nuestro país”.
El exprimer ministro australiano Malcolm Turnbull, que lideró una fallida campaña para que un presidente sustituyera a la monarca como jefe de Estado, se emocionó en su recuerdo a Isabel.
“Es el fin de una era y esperemos que en el futuro, tras el fallecimiento de la reina, tengamos un liderazgo tan dedicado y desinteresado como el que ella ha mostrado”, dijo Turnbull a la Australian Broadcasting Corp.
La estrella del rock Elton John la recordó en su último concierto en Toronto, donde dijo que había sido una inspiración para él. “Condujo al país en algunos de nuestros mejores y más oscuros momentos con gracia y decencia y con un cariño genuino”, afirmó añadiendo que estaba triste por su fallecimiento.
Los elogios llegaron incluso del Oso Paddington, un querido personaje de los libros infantiles británicos con quien Isabel II apareció tomando el té en un video emitido durante la celebración de su Jubileo de Platino.
“Gracias por todo señora”, señaló un comunicado publicado en su cuenta de Twitter.